jueves, 24 de febrero de 2011

Mamá trabaja en casa



Hace tiempo que sigo a través de facebook la página de Mónica Salazar, Mamá trabaja en casa. También tiene una página web muy interesante, con ideas útiles que va compartiendo día a día y que resulta un vínculo virtual con otras mujeres que se encuentran en situaciones parecidas a la mía.

Todas las madres trabajan en casa, está claro; muchas además trabajan fuera también, pero en este caso se refiere a aquellas mujeres que quieren que la labor realizada en casa resulte remunerada. Yo soy una de ésas. Bueno yo soy un especimen raro, de las que trabaja fuera y dentro, del derecho y del revés. Está siendo una etapa intensa, la verdad, y aún no sé cómo estoy sobreviviendo :). Supongo que gracias a mi familia que dan mucho y exigen poco y a que el trabajo de fuera de casa está siendo tan poco exigente que me deja ratos (por decirlo suavemente) para pensar en insela, al menos de momento. Pero la frase ´"mamá trabaja en casa" suele resonar en mi mente cuando se dan situaciones curiosas, como entrevistar a alguien en el comedor de casa; o cuando suena la línea de teléfono profesional y están cerca Laia, Teo y alguna amiga de Laia y se quedan quietecitos a la de tres para que yo conteste (en la medida de sus posibilidades, o sea que se mueven y siguen gritando, pero con cara de cuidado); o cuando tengo la mesa de trabajo llena de juguetes; o cuando encuentro alguna ficha de inscripción a un curso con algún dibujo... En momentos así me acuerdo de Monica Salazar y suelo sonreir.

Digo suelo porque a veces me desespero. La parte del teléfono es la que llevo peor (aunque a toro pasado sea una de las situaciones que me resulta más cómica), así que suelo recopilar llamadas perdidas y hacerlas en momentos menos transitados. No suelo trabajar cuando estoy sola con ellos, pero tampoco llevo muy bien las interrupciones en momentos de "inspiración".

En fin, me lo tomo como un tiempo de inversión. Quizás algún día pueda ser una mujer que trabaja sólo en casa, pero de momento mi situación actual no es la panacea de la conciliación que digamos. Eso sí, también está siendo muy gratificante. Y con eso me quedo (si no, ya me habría dado un pasmo).