jueves, 27 de agosto de 2009

Diario (12)


Para Hoy (28 de agosto de 2009)

Afuera de mi ventana... Parece que las temperaturas han bajado bastante. Tregua tras tanto calor.

Estoy pensando... Llevo despierta desde las cinco de la mañana, pensando en que en unas semanas Teo se incorporara a hacer la adaptacion a la guarderia. Puf, puf, puf.

De los lugares donde aprendemos... Ayer Laia hizo un dibujo que me ha sorprendido. No es muy aficionana y en todo el verano no la he visto dibujar (pintar algun dia). De repente ha pintado un paisaje con muchos detalles y ha situado en la escena a Teo y a ella.

Me siento agradecida por... en dias raros como este, por amanecer, que no es poco, como la pelicula. Bueno, va... sin ponerme trascendente, por el poder de una buena ducha.

Desde la cocina... Orden, que no durara, por supuesto. No se que comeremos hoy, de momento, desayuno, tostadas, cafe y ciruelas.

Que traigo puesto... Camiseta de tirantes a rayas, falda y sandalias

Estoy leyendo... Comienzo Villa Diamante, de Boriz Izaguirre. Lectura ligerita para el verano.

Lo que espero... Que me toque la loteria y mudarnos a una casa en la sierra, por ejemplo, jeje.

Estoy creando... El proyecto de Laia de este año se basa en el conocimiento de otras culturas como vehiculo de aprendizaje. Cada mes trabajaran una zona del planeta y estoy pensando actividades que puedan servir, desde casa y de forma ludica, a conocer mas las costumbres de esas zonas. Octubre sera el mes de España, noviembre de Norte America (bueno, las reservas indias) y diciembre del Polo norte (jo,jo,jo!!!)

Estoy escuchando... el ordenador, y unos pajarillos cantando fuera. Silencio.

Por toda la casa... pues debe de haber algo que ha picado a Teo mil veces... a ver si localizamos que ha sido porque el pobre esta hecho un colador.

Una de mis cosas favoritas... Hace tiempo que no lo practico, pero el snorkel me relaja mucho.

Algunos planes para el fin de la semana... Hacer una sola mochila compacta para llevar la ropa de Laia, de Teo y mia. Nos vamos el lunes de viaje y solo puedo llevar un bulto.

Aquí está una foto que pensé compartirles: Ayer compramos esta percha a la que no ha parado de disfrazar.

viernes, 21 de agosto de 2009

Diario (11)


Para Hoy (21 de agosto de 2009)

Afuera de mi ventana... Hoy sera otro dia de calor

Estoy pensando... hoy Teo cumple 7 meses

De los lugares donde aprendemos... Tenemos regletas! tenia unas ganas... ahora a ver si me vienen ganas de proponer actividades con ellas. Laia esta semana ha cosido una marioneta, heredando el arte de coser de sus abuelas, que no el mio.

Me siento agradecida por... la salud

Desde la cocina... Hoy pure de verduras y pollo guisado

Que traigo puesto... camiseta de dormir

Estoy leyendo... Apenas he leido esta semana. sigo con el aprendizaje dialogico

Lo que espero... que bajen las temperaturas

Estoy creando... ayer volvimos a ir de museos, al Reina Sofia, y hemos puesto las postales en una pared. Empieza a haber las suficientes para que sea ya un rinconcito de postales

Estoy escuchando... a Teo cantar

Por toda la casa... juguetitos aqui y alla

Una de mis cosas favoritas... los helados

Algunos planes para el fin de la semana... pues no hemos pensado aun nada... pero creo que la consigna va a ser: descanso.

Aquí está una foto que pensé compartirles:



miércoles, 19 de agosto de 2009

Las papillas


Del libro Un regalo para toda la vida, de Carlos Gonzalez (paginas de 197 a 200). He escrito en word y por eso hay algun acentillo, que no se que es peor...
Dedicado a mi amiga Yanil y a su bebe, Biel. Bueno, ella tiene las cosas muy claras, pero se me ocurrio copiarlo para ella porque Carlos Gonzalez esta sembrado. Lo de la dieta disociada en los bebes no tiene precio. Son cosas que no te paras a pensar, hasta que te las planta este hombre con su sentido comun y socarroneria. Otra perla que no sale en este fragmento es lo de poner a dieta hipocalorica a los bebes a base de papilla de verdura, con esa obsesion que tenemos las madres porque coman verduritas. O que 8 cereales comen los caballos, pero los adultos vivimos bien con una seleccion menor. En fin, se me ve el plumero, lo se.


"Algunos detalles bastante importantes (pero que tampoco son dogma de fe)

- No obligar nunca a comer a un niño
- Hasta los seis meses, solo pecho: ni papillas, ni zumos, ni agua, ni infusiones, ni nada. Ni siquiera naturales o hechos en casa. Excepciones: si entre los cuatro y seis meses pide comida cuando ve comer a sus padres, se le puede ir dando algo. Si la madre trabaja y no puede o no quiere sacarse leche, es mejor adelantar alguna papilla que darle leche artificial.
- A partir de los seis meses empezar a ofrecerle (sin forzar) otros alimentos, siempre después del pecho (el mismo niño empezara a comer antes del pecho cuando lo considere oportuno).
- No suprimir tomas para dar papillas; hasta el año debería mamar al menos cinco o siete veces al día, y si son mas, mejor. El mismo niño ira reduciendo tomas, hasta mamar una o dos veces al día… pero eso no debería ocurrir antes del año. Excepción: lógicamente, se saltara algunas tomas si usted trabaja. Pero ya lo compensara mamando mas por la tarde y por la noche.
- Ofrecer los nuevos alimentos de uno en uno, con varios días de separación. Empezar con pequeñas cantidades.
- Empezar con el gluten (trigo, cebada, centeno o avena) cuando todavía toma pecho; durante un mes o mas darle cantidades muy pequeñas(es decir, la mayor parte de los cereales que consuma seguirán siendo sin gluten)
- Si toma el pecho a demanda, ya tiene suficiente leche, y de la mejor calidad. No necesita ni le conviene ninguna otra leche, ni derivados lácteos, ni yogures (aunque diga en la etiqueta que son especiales para bebes), ni papillas lacteadas. Si usa cereales en polvo para bebes, asegúrese de que no lleven leche, y no les añada leche (puede disolverlos con agua o con caldo). Esto no lo decimos por puro fanatismo contra la leche; ocurre a menudo que la leche de las papillas produce alergias.
- Escurrir los alimentos, no llenarle la barriga con sopa, caldo o el agua de cocción.
- No dar alimentos que suelen causar alergia (sobre todo leche de vaca y derivados, huevos, pescado, soja, cacahuetes o cualquier otro producto que produzca alergia a algún miembro de la familia) hasta los doce meses. Especialmente cuando el niño o algún familiar tiene o ha tenido alergias. (en esto soy tal vez demasiado precavido; en general los expertos dicen que, cuando no hay antecedentes de alergia, se puede dar cualquier alimento a partir de los seis meses, incluso el pescado o los huevos. Pero, bueno, tampoco hay tanta prisa)
- No añadir azúcar a los alimentos del bebe. Tampoco sal (o el mínimo posible)
- Seguir dando el pecho hasta los dos años o más.
- El orden de los distintos alimentos no tiene importancia. No hay una edad para la carne, una edad para la fruta…
- A partir del año, puede comer de todo, salvo que hay un motivo medico especifico (por su puesto, con cierta prudencia, no es cosa de darle cincuenta alimentos nuevos justo al día siguiente de su cumpleaños).

Algunos trucos prácticos
(lo que sigue son preferencias bastante personales. Si no le gusta, pues hágalo de otra manera, y tan amigos)

Los niños de pecho suelen preferir comer lo mismo que come su madre a otros alimentos especialmente preparados para ellos.
No es necesario triturar los alimentos (es decir, usar una trituradora eléctrica). Estos aparatos fueron inventados hace apenas unas décadas; no creo que ningún niño haya sufrido desnutrición por falta de trituradoras. Con un poco de habilidad, podrá separar una parte de lo que usted está comiendo y ponerla al alcance del bebe:

- Manzana o pera, ralladas con el rallador (y no demasiado fino) o cortadas en rodajas muy delgadas (que se curven al moverlas).
- Plátano, en rodajas muy finas, o aplastado con el tenedor, o sujetándolo con una mano y mordisqueando una punta.
- Naranja o mandarina, puede chupar un gajo mientras usted lo sujete (que no se atragante).
- Verduras hervidas en general, machacadas con el tenedor o en dados que puede coger con sus deditos. La ensaladilla rusa (sin mayonesa ni atún) es ideal.
- Pollo o carne (hervido, asado, a la plancha, frito… no rebozado, por el huevo): puede cortarlo en tiras muy finas, transversales a la fibra (seria mucho trabajo cortar a trias una pechuga entera… pero es que probablemente solo va a comerse una tira). También puede rehogar en la sartén la carne picada (sin sal ni pimienta) con un poco de aceite, quedaran unas bolitas que puede coger con los dedos.
- Arroz hervido, normal y corriente. Al principio un poco pasado, estará más blandito y lo podrá aplastar un poco con el tenedor. Con un chorrito de aceite de oliva probablemente le gustara mas y tendrá más calorías. Más adelante se lo puede dar con tomate.
- Pan: puede ir royendo una corteza
- Pasta: para no tener que cortar en trocitos los macarrones y espaguetis, puede usar sopa maravilla y otros tipos de sopa. Pero escurrida, sin agua. En vez de macarrones con tomate, sopa de letras con tomate…
- Legumbres: hervidas y aplastadas con el tenedor. Al principio, conviene retirar la piel dura de los garbanzos y alubias.

La mayor parte de los días no necesitara cocinar nada especial para su bebe. Basta con programar con un poco de arte la comida de los mayores, apartando una porción antes de añadir la sal, las especias o los ingredientes que su hijo de momento no pueda comer. Por ejemplo, no importa que las lentejas se hayan hervido con el chorizo, o que el arroz se haya hervido con el conejo; simplemente aparte esos ingredientes (el chorizo, por picante, es posible que no le guste… o quien sabe; el conejo lleva demasiados huesecillos). Pero no le de arroz que haya hervido con el pescado (como en una paella); aunque aparte el pescado, el arroz ha quedado impregnado y podría provocar alergia.

Recuerde que la alergia no depende de la cantidad. Basta una minúscula porción para provocarla. He visto bebes con una urticaria por pegarle un lametón a un helado (lleva leche). Los macarrones baratos llevan solo trigo, pero los caros llevan huevo. Las magdalenas y bollería en general, así como muchas galletas, suelen contener huevo y leche, léase bien la lista de ingredientes. Hasta el año, mejor no le de nada rebozado con huevo (ni siquiera apartando el rebozado), ni con salsa bechamel, ni gratinado con queso…

En España es tradición introducir los nuevos alimentos por meses: “a tantos meses la fruta, a tantos los cereales, a tantos la verdura…”. Es mejor introducir los alimentos de uno en uno, sobre todo al principio ( muchos dicen uno cada semana, aunque tampoco tiene por que ser una semana exacta). Muchas madres lo que hacen es, por ejemplo, la primera semana manzana, la segunda plátano, la tercera pera, la cuarta naranja… pero no hay necesidad de hacer meses monográficos de la fruta. Probablemente es mejor conseguir una dieta lo más variada posible en poco tiempo. Por ejemplo, primera semana, arroz, segunda, pollo, tercera, guisantes, cuarta plátano. Es solo un ejemplo, también podría ser pollo-manzana-zanahoria-arroz, o pera-arroz-lentejas-pollo. El caso es que a los siete meses su hijo ya tiene una variedad de alimentos para elegir.

La vitamina C de la fruta o del tomate hace que se absorba mejor el hierro de los cereales, verduras y legumbres (sin vitamina C, el hierro de origen vegetal se absorbe muy mal). para eso hace falta que los alimentos se encuentren juntos en el estomago: por eso no tiene mucho sentido alimentar a los bebes con dietas disociadas (los cereales por la mañana, la verdura a mediodía, la fruta por la tarde…) y es mucho más lógico lo que hacemos los adultos: la vitamina C de la ensalada o del postre ayuda a absorber el hierro del plato principal.

Para darle poca cantidad de gluten (se puede empezar a los seis meses, aunque si se está segura de que va a dar el pecho más de una año también puede comenzar a los 8 o 9 meses), en algunos países hay papillas con gluten pero sin trigo (el centeno, la cebada y la avena llevan mucho menos gluten que el trigo) en España, que yo sepa, todas las papillas para bebe con gluten llevan trigo. Puede mezclar las dos, una cucharadita con gluten y el resto de cereales sin gluten; o si le da cereales caseros, puede darle un “plato” con arroz hervido, y que mordisquee un trocito de pan. Durante al menos un mes, muy poco gluten al día; luego ya, la cantidad que quiera. "

viernes, 14 de agosto de 2009

Diario (11)


Para Hoy (14 de agosto de 2009)

Afuera de mi ventana... Despues del dia tan caluroso, entra airecito y se agradece un monton. Hay una luz muy bonita. Estoy viendo la ventana de la habitacion contigua a traves de un espejo, y veo tejados atardeciendo.

Estoy pensando... en varias cosas que tengo pendientes de hacer y en que Teo no se despierte. Y en que me gusta retomar el diario :)

De los lugares donde aprendemos... pues estamos de vacaciones pero siempre se aprenden cosas. Veo a Laia muy interesada con las letras, pero vamos con calma. Yo estoy poco formal a la hora de proponer actividades, pero ellos son esponjas.

Me siento agradecida por... este verano que estoy pasando. Me siento afortunada por poder estar con mis hijos, aunque a veces me sienta cansada, todo hay que decirlo, pero creo que eso es normal

Desde la cocina... pues me he puesto las botas esta tarde a base de bocatas y cerveza (sin alcohol, sino no estaria escribiendo ahora), asi que voy a cenar fruta

Que traigo puesto... camiseta negra, falda verde y sandalias

Estoy leyendo... pues he retomado un libro sobre aprendizaje dialogico. Lo comence como parte de un curso. Luego el curso lo deje a medias y ahora vuelvo a tener interes en el tema. Si me esforzara, podria finalizar el curso (es on line) pero creo que quiero disfrutar sin mas de lo que aprendo, sin meterme presion por acabar nada.

Lo que espero... poder llevar a cabo las ideas que he tenido estas semanas

Estoy creando... pues estoy copiando trozos de un regalo para toda la vida, para una entrada sobre AC

Estoy escuchando... a Laia, al otro lado del piso, que quiere irse a dormir.

Por toda la casa... pelusillas de gato

Una de mis cosas favoritas... respirar profundamente mientras acompaño a mis hijos en el sueño

Algunos planes para el fin de la semana... ir a la verbena de la Paloma, comer paella, planchar, planchar, planchar, limpiar... que cruz! es lo que tiene volver de vacaciones

Aquí está una foto que pensé compartirles: un par de fotos de las vacaciones.



jueves, 13 de agosto de 2009

Museo del Prado

Llegamos el domingo de vacaciones y estos dias de retomar nuestra vida han sido duros. Yo, con una depresion postvacacional en toda regla, he estado de mal humor, cansada, irritable... los hemos pasado basicamente en casa y se han hecho laaargos. Asi que ayer decidi hacer algo con toda esa energia negativa y transformarla. Hoy nos hemos ido al Museo del Prado . Laia llevaba su camara y ha ido haciendo fotos, salvo en el museo, que estan prohibidas.

Lo que mas le interesaba era ver las meninas y cuadros de Goya (lo conoce porque en el parque donde vamos hay una estatua de el). Como hemos entrado por la puerta de Murillo, tambien ha añadido este pintor a sus intereses. Hemos visto algunos cuadros de su autor favorito (no hemos ido a ver las pinturas negras). Me ha preguntado cosas de todos los cuadros. Luego hemos visto algun cuadro de Murillo. Su favorito, el del pastorcillo con la oveja. Y rapidamente ha pedido ir a ver las Meninas. Me ha sorprendido, porque tenemos un album de pegatinas, parecido a este, con cuadros que hay que completar con pegatinas. En el autobus le comentaba que ibamos a ver algunos cuadros que aparecen en el album. Me ha dicho que si las meninas estaba en el museo y lo que me ha sorprendido sobre todo ha sido que recordaba el nombre del cuadro. Cuando ha visto lo grande que es ha comentado que Velazquez necesito una escalera para pintarlo. Luego nos hemos ido a comer por la zona.
Tenemos que volver otro dia a ver la exposicion de Sorolla. Hemos pasado por la tienda y nos hemos traido una postal y un iman de las Meninas. Parece que el cuadro le ha gustado, si.
Algunas fotos del viaje:



Por ultimo, comentar que tambien llevaba el carro... hemos tenido que dejar pasar tres autobuses porque ya habia un carrito. La normativa permite solo uno por autobus, salvo en autobuses especiales en los que dejan dos. En el museo, al entrar por la puerta de Murillo, he tenido que subir varias escaleras a pulso, viendo un cartelito con una silla de ruedas que no he acabado de entender. Vamos, el cartel decia que habia acceso para personas con discapacidad, pero primero tenian que subir un tramo de escaleras para encontrarlo. La puerta de Velazquez es accesible totalmente. Pero tenia tantas ganas de superar el mal humor, que lo he tomado como retos, superados con creces.

domingo, 9 de agosto de 2009

Las Desvantajas del Tiempo Fuera


Antes de irme de vacaciones, Aletha Solter me autorizo a que copiara un texto suyo sobre el tiempo fuera. Y yo, rapida y veloz, tan pronto llego de viaje, lo pongo. Tengo ganas de hacer una entrada sobre obediencia, autoridad y demas primos hermanos. A ver si no se queda en una mera idea, que en mi mente esta casi redactado.
La imagen es de Patricia Metola, uno de los ultimos bocetos que ha incluido en su blog.
El texto original se encuentra en la pagina de awareparenting

por Aletha Solter, Ph.D.

(Traducción español de Laura Díaz de Entresotos Bajo)

(Versión inglés: The Disadvantages of Time-Out)

Publicado originalmente en la revistar Mothering Magazine, Otoño de 1992. Revisado y actualizado en 2000.

Copyright © 1992, 2000 por Aletha Solter. Todos los derechos reservados.
Copiado con permiso del sitio web de The Aware Parenting Institute (www.awareparenting.com).


Se puede encontrar una descripción de esta filosofía de la educación en los tres libros de Aletha Solter: Mi bebé lo entiende todo, Mi niño lo entiende todo, LLantos y rabietas (Ediciones Medici, Barcelona, España).

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A medida que padres y educadores preocupados han tomado conciencia de los peligros del castigo físico, el Tiempo Fuera ha emergido como una herramienta de disciplina muy popular. A los niños que se portan mal, se les manda a sentarse quietos en una silla o ir a sus habitaciones para calmarse y pensar sobre lo que han hecho. Después de un periodo de tiempo, se les permite volver al grupo o unirse a la familia, siempre que se comporten "de manera apropiada". El periodo de tiempo designado es normalmente de un minuto por cada año de edad, y los niños que abandonan la silla o la habitación antes de que el tiempo termine son mandados de vuelta por el periodo de tiempo completo otra vez. Algunos libros recomiendan una norma adicional de silencio, y sugieren que el periodo de tiempo se repita si se rompe el silencio. En cualquier caso, a los padres que usan este método se les prometen rápidos y fáciles resultados.

El Tiempo Fuera proviene del movimiento conductista basado en el trabajo del psicólogo B. F. Skinner. Su teoría del condicionamiento operante afirma que los niños se comportarán de determinada manera si reciben premios por hacerlo ("refuerzo positivo"), y que el comportamiento no deseado puede ser reducido retirando premios o provocando dolor (ambos son calificados "castigo"). Skinner mismo creía que todas las formas de castigo eran medios inapropiados para controlar el comportamiento de los niños.1 Aún así, mientras pegar está disminuyendo en los Estados Unidos y en otros paises, la retirada de amor y la atención perdura como un medio aceptable de control.

Bajo la superficie

Usar Tiempo Fuera parece menos perjudicial que pegar, dar una paliza, o gritar, porque no involucra abuso físico o verbal. Por lo tanto se piensa que representa algún grado de progreso en nuestra continua lucha por hacer de este mundo un sitio mejor para los niños. Según muchos educadores y psicólogos, sin embargo, el Tiempo Fuera no es tan inocente como parece y es, además, una manera de disciplinar a los niños emocionalmente perjudicial. De hecho, la Asociación Nacional para la Educación en la Infancia (National Association for the Education of Young Children) incluye el uso del Tiempo Fuera en una lista de medidas disciplinarias perjudiciales, junto con el castigo físico, criticar, culpar, y avergonzar. 2

Bajo la superficie, el Tiempo Fuera es un enfoque autoritario y, como tal, puede funcionar sólo entre niños entrenados para cumplir con el poder y la autoridad de los adultos. Los niños entrenados para conformarse ante tales medidas saben que las consecuencias de desobedecer son peores que las de seguir los mandatos. Los niños que no han sido criados en un ambiente autoritario lo más probable es que se nieguen a ir a otra habitación o a sentarse en una silla.

¿Cómo aprende un niño las consecuencias de la desobediencia? Los partidarios del Tiempo Fuera aconsejan a los padres la retirada de todos los privilegios como la TV, juguetes, música, etc., hasta que se haya conseguido la conformidad del niño. Siempre está la amenaza de la privación o de mayores penalizaciones. En algunas familias puede haber incluso una amenaza tácita de violencia. Aunque el método parece bastante inocente, requiere de una historia pasada de autoritarismo punitivo que hace a los niños lo suficientemente dóciles como para obedecer.

Los partidarios afirman que el Tiempo Fuera no es una forma de castigo. Usan terminología como "consecuencias", "tiempo de renovación", o "periodo de inactividad" para hacer que este enfoque suene benévolo. Lamentablemente, esta terminología no amenazante ha llevado a los padres a pensar que este enfoque es inofensivo.

Desde el punto de vista de un niño, el Tiempo Fuera es sin duda experimentado como castigo. ¿Quién quiere ser aislado del grupo y ser totalmente ignorado? Es bastante probable que los niños vean esta forma de aislamiento como abandono y pérdida del amor. Y mientras los padres tienen a menudo la precaución de proporcionar reafirmación de su amor y de distinguir entre el niño y el comportamiento indisciplinado ("Te quiero, pero necesitas ir a tu habitación cinco minutos porque lo que has hecho es inaceptable"), sus acciones hablan mucho más alto que sus palabras.

Los niños menores de siete años simplemente no tienen la capacidad de procesar palabras de la misma forma que lo hacen los adultos.3 La experiencia concreta y las percepciones de la realidad producen un impacto mucho más fuerte que el lenguaje. Ser aislado e ignorado es interpretado como "Nadie quiere estar conmigo ahora mismo. Por lo tanto debo de ser malo e incapaz de inspirar amor", y ninguna palabra amorosa, por bien intencionada que sea, puede invalidar ese sentimiento de rechazo.

Nada es más aterrador para un niño que la retirada de amor. Junto con el miedo aparece la inseguridad, ansiedad, confusión, rabia, resentimiento y baja autoestima. El Tiempo Fuera puede también causar vergüenza y humillación, especialmente cuando se usa en presencia de otros niños. En el mundo de la experiencia del niño, el tiempo fuera es absolutamente punitivo.

Los sentimientos dolorosos son una consideración; la información que se comunica acerca de las relaciones es otra. ¿Qué mensaje estamos dando a nuestros hijos al demostrarles que el amor y la atención son mercancías para repartir o retener con el propósito de controlar a otros? ¿Es esta una habilidad de resolución de conflictos que será útil para ellos? ¿Cómo influirá en su habilidad para interactuar con amigos, y algún día con un cónyuge o compañero de trabajo? ¿No sería mejor enseñar a los niños habilidades de resolución de conflictos útiles desde el principio, más que mandar el mensaje de que la única manera de solucionar conflictos es cortar la comunicación?

Aunque el problema con el Tiempo Fuera es en gran parte invisible, un aspecto es manifiestamente obvio: en cierto momento deja de funcionar. Los partidarios de este enfoque admiten que es efectivo sólo hasta la edad de nueve años. ¿Puedes imaginarte diciéndole a un adolescente, que puede ser más alto que tú, que se siente en una silla mientras le ignoras? Los adolescentes que tienen algún sentido de su propia autoestima se reirán ante semejante orden. La versión para adolescentes del Tiempo Fuera es la práctica de castigar a los adolescentes no dejándoles salir los fines de semana o por las noches. Pero este método sólo lleva al resentimiento, la resistencia y el engaño.

De hecho, cualquier método basado en el poder y el autoritarismo deberá ser finalmente abandonado, simplemente porque los padres dejan de tener poder.4 Los padres de adolescentes se enfrentan a una serie de dificultades totalmente nuevas cuando sus métodos de control de "probada eficacia" resultan completamente ineficaces. Los padres que adoptan métodos no autoritarios desde el principio, por otra parte, son capaces de prevenir las luchas de poder, así como los problemas de disciplina que tan a menudo aparecen en la adolescencia.

Consecuencias Escondidas

El uso del Tiempo Fuera conduce a multitud de problemas escondidos. Uno de ellos, cuando imponemos un Tiempo Fuera a niños que están llorando o enfurecidos, les damos el mensaje de que no les queremos a nuestro alrededor cuando están disgustados. Con la certeza de que no les escucharemos, pronto podrían dejar de acudir a nosotros con sus problemas.

Más aún, esos niños pueden aprender a suprimir sus sentimientos, especialmente si insistimos en el Tiempo Fuera en silencio. ¿Hemos olvidado que llorar y rabiar son mecanismos sanos de liberación de la tensión que ayudan a aliviar la tristeza y la frustración?5, 6, 7 ¿Hemos ignorado la investigación que demuestra que las hormonas del estrés son excretadas a través de las lágrimas, y que de ese modo posiblemente se reducen los efectos del estrés y se restaura el balance químico del cuerpo?8 Enseñando a nuestros niños a suprimir sus lágrimas, estaremos en realidad aumentando su susceptibilidad a una variedad de desequilibrios emocionales y físicos. La psicoterapeuta suiza Dr. Alice Miller sostiene que una de las cosas más devastadoras que le hacemos a los niños es negarles la libertad para expresar su rabia y sufrimiento.9

Un problema adicional es que el uso del Tiempo Fuera no trata la causa subyacente del "comportamiento inapropiado". Los niños actúan de maneras específicas por buenas razones, aunque pueden no ser conscientes de ello. La mayor parte del comportamiento no deseado puede ser explicado por uno de estos tres factores: el niño está tratando de satisfacer una necesidad legítima, le falta información o es demasiado joven para comprender, o se siente disgustado (frustrado, triste, asustado, confundido, celoso, o inseguro). Cuando tratamos de cambiar el comportamiento sin tratar esos sentimientos y necesidades, no ayudamos a nuestros niños en absoluto. ¿Por qué? Porque el problema subyacente todavía estará ahí. Enseñar a los niños a cumplir con nuestros deseos no resuelve los problemas más profundos.

Por ejemplo, los hermanos que son separados y mandados a sus habitaciones repetidamente cuando pelean pueden aprender al final a dejar de pelear delante de sus padres. Sus sentimientos no resueltos de celos y odio, sin embargo, pueden ser expresados en formas mas enrevesadas, o pueden cargar con su resentimiento hasta la edad adulta. Reducir los síntomas de un problema no soluciona el problema.

Los padres han sido llevados a creer que los niños usarán el Tiempo Fuera para pensar acerca de lo que hicieron y recuperar algún atisbo de autocontrol. En realidad, cuando los niños se portan de manera inapropiada, con agresividad, o de manera odiosa, están a menudo albergando sentimientos reprimidos tan fuertes que son incapaces de pensar con claridad acerca de sus acciones. Mucho más útil que el aislamiento es la escucha atenta de alguien que pueda fomentar la expresión de sentimientos sinceros. El sano alivio que proporciona hablar, llorar, o rabiar puede incluso prevenir la recurrencia de un comportamiento no deseado.

Abrazar a los niños que golpean o muerden es mucho más efectivo que aislarles. Un abrazo firme pero con amor crea seguridad y calidez mientras protege a otros niños de hacerse daño. También invita a la expresión de sentimientos genuinos (a través del llanto y la rabieta) mientras se asegura al niño de la indestructibilidad del vínculo padre-hijo.10 Es paradójico, pero cierto8 los niños necesitan más amor y atención cuando menos se lo merecen. Decirle a un niño violento que se siente quieto rara vez logra algo constructivo y sólo contribuye a aumentar la represión de la rabia y sentimientos de alienación.

No es necesario aislar a los niños y retener nuestro amor para enseñarles como comportarse bien. De hecho, es totalmente posible ayudar a los niños a aprender a ser cooperativos y miembros decentes de la sociedad sin usar nunca castigos, premios, o consecuencias artificiales de ninguna clase. Ningún método rápido y fácil resolverá todos los conflictos. En su lugar, necesitamos tratar cada situación como el único desafío que es, y tratar de ser flexibles y creativos, al mismo tiempo que damos a nuestros niños el amor y respeto que merecen.

NOTAS

1. Robert D. Nye, "B.F. Skinner and Radical Behaviorism," Three Views of Man (Belmont, CA: Wadsworth Publishing Company, Inc., 1975), p. 51

2. "Avoiding 'Me Against You' Discipline," Young Children, Vol. 44, No. 1. (Washington DC: National Association for the Education of Young Children, November 1988), p. 27.

3. Jerome S. Bruner, "The Course of Cognitive Growth," American Psychologist 19 (1964), pp. 1-15.

4. Thomas Gordon, Parent Effectiveness Training (Three Rivers Press, 2000), pp. 193-194. (En español: Tecnicas eficaces para padres. Editorial Medici)

5. Aletha J. Solter, The Aware Baby (Goleta, CA: Shining Star Press, 2001), pp. 39-41. (En español: Mi bebé lo entiende todo. Editorial Medici)

6. Aletha J. Solter, Helping Young Children Flourish (Goleta, CA: Shining Star Press, 1989), pp. 5-9. (En español: Mi niño lo entiende todo. Editorial Medici)

7. Aletha J. Solter, Tears and Tantrums (Goleta, CA: Shining Star Press, 1998), pp. 13-32. (En español: Llantos y rabietas. Editorial Medici)

8. William H. Frey II, and Muriel Langseth, Crying: the Mystery of Tears, (Minneapolis: Winston Press, 1985), pp. 45-58.

9. Alice Miller, For Your Own Good: Hidden Cruelty in Child-Rearing and the Roots of Violence, (New York: Farrar, Straus, Giroux), pp. 106, 259. (En español: Por tu propio bien: Raíces de la violencia en la educación del niño. Tusquet Editores)

10. Martha G. Welch, Holding Time (New York: Simon and Schuster, Inc., 1988), pp. 42-43.