lunes, 19 de enero de 2009

Jugar con los números: de cómo los niños aprenden acerca de las cantidades


Desde hace un tiempo a Laia se le ha despertado un interés oculto antes, los números. Lo cuenta todo, hace conjuntos (por ejemplo, clasifica a los muñecos y cuenta cuántas vacas tiene, cuántos patos...)... Vaya, está en fase contable y es fascinante seguir sus pasos. Así que releí el capítulo que habla sobre matemáticas del libro "Einstein nunca memorizó, aprendió jugando" me apetecía poner por escrito las ideas fundamentales de algunos capítulos. Voy a poner un resumen (más bien un esquema) sobre el tema.

También aprovecho para recomendar un blog maravilloso sobre educación: http://montessorihoy.blogspot.com/ . Surgió de un post en el foro de Crianza Natural y se está convirtiendo en algo grande. La segunda parte del post es ésta y la primera, antes de que se pierda en las profundidades del foro, ésta

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En este capítulo, como en todos, se citan muchos ejemplos y estudios, y habla de muchos aspectos relacionados con las mates, pero a mí lo que me interesa en esta etapa, de forma esquemática es:

-Los niños tienen una predisposición casi innata para interesarse por conceptos matemáticos, pero tienen que ir pasando paulatinamente por diferentes fases antes de aprender a sumar y restar.

- Es diferente conocer números que tener conciencia del número. Es hacia los cuatro años que los niños comienzan a ensamblar sus habilidades numéricas.

Principios del recuento: qué saben hacer los niños y cuándo

A estos principios llegan los niños por si sólos, jugando con objetos del mundo y hablando con otras personas sobre números.

- El principio de correspondencia. A cada elemento le corresponde sólo una "etiqueta" numérica. Hacia los dos años y medio los niños asignan una etiqueta a cada elemento, aunque aún no sepan contar. Pueden decir: "uno, dos, cuatro, seis". De alguna manera, entienden que cada elemento sólo se cuenta una vez.

- El principio del orden inamovible. Los números siguen un orden fijo. Los niños deducen que a la hora de contar, los números van apareciendo en el mismo orden siempre, aunque su particular lista de números no coincida todavía con la realidad.

- El principio cardinal. El número de elementos de un conjunto es igual al último vocablo númerico. Una vez captan el principio de orden inamovible, pasan a aplicar el de cadinalidad, es decir, la noción de que el último número de la cuenta representa el tamaño del conjunto.

- El principio de abstracción. ¡Puedo contar de todo! En esa fase está Laia ahora. Se puede contar todo lo que nos rodea.

- El principio de irrelevancia del orden. Da igual por dónde empiezas a contar. Es fascinante ver cómo algo que nos parece tan obvio, necesitan experimentarlo, vivirlo, volver a contar para ver que sí, que empiecen por dónde empiecen, llegan al mismo resultado.