lunes, 31 de enero de 2011

Me parece que esto no es Kansas

Hace unas semanas les regalaron a Laia y a Teo este magnifico y espectacular libro, como todos los de la serie que realizó Robert Sabunda, editados por Kókinos. Tiene páginas, como la del ciclón o la de la foto que te dejan boquiabierta (y abriendo y cerrando la página una y otra vez para comprobar que es todo de verdad).














Total, que una cosa llevó a la otra y este fin de semana Laia ha visto, a trozos, la película de Judy Garland. Creo que es la primera película que no es de dibujos animados que ve. Y para ser claros, lo ha flipado. Cuando esta tarde ha acabado de verla hasta se ha enfadado, como cuando acabas un libro muy bueno y te quedas con esa sensación de ¿y por qué se tiene que acabar?. En estos ratos que ha durado la peli la he visto bailar, cantar a su bola las canciones (somewhere a partir de ahora es Samueeel, por ejemplo), disfrutando muchísimo del derroche de imaginación y fantasía de la película.



Y no contentos con eso, este fin de semana dio para que Laia tenga unos zapatos dignos de Dorothy, adaptados a los tiempos. En la oscuridad brillan...



¿Y qué nos queda ahora? Nos toca dar el salto al libro. Las manzanas, que somos unas sibaritas o bibliófilas, tenemos en gran estima una edición anotada de editorial Aleph que yo no llegué a pedir antes de que se agotaran. Pero siempre nos quedará Editorial Juventud. Y la biblioteca, por supuesto.

domingo, 30 de enero de 2011

Curso on line: Gestión de conflictos con jóvenes

Pues me voy a marcar unos momentos de publicidad :). Se agradece la difusión que podáis hacer.

Este curso está destinado tanto a educadores y personas que trabajen con jóvenes, como a padres, así que he pensado en publicarlo aquí.

Es un curso completamente on line que se desarrollará entre el 4 de febrero y el 23 de marzo, con una duración global de 50 horas. El precio es de 100€ aunque tenemos diversos descuentos en función de la situación laboral y forma de pago.

El programa completo se puede descargar aquí

Puedes conocernos mejor en http://www.inselaformacion.com/ y entrar a un curso de demostración en www.inselaformacion.com/cursos  como invitada.

Extracto del programa:

Introducción:


El conflicto es inherente a la vida de las personas. Donde hay relaciones, surgen conflictos, que pueden ser vividos como algo negativo y destructivo, o bien como una oportunidad de crecimiento.

A lo largo de la vida las personas pasamos por diferentes etapas. La adolescencia es uno de esos momentos en los que hay muchos cambios. Es importante entender esos cambios, acercarnos al periodo de la adolescencia sin considerarlo un problema, sino con una mirada de observación y comprensión.

Cuando surge un conflicto, una de las partes somos nosotros mismos, ya que estamos inmersos en él de una forma más o menos intensa. Es cuando se hace necesario mirar en nuestro interior, ver cómo afrontamos los conflictos, qué sentimientos nos mueven, de cara a conseguir gestionarlos de una forma eficaz

En este curso queremos abordar el conflicto desde una perspectiva positiva, respetuosa con las partes afectadas. Queremos que al finalizar el curso todos dispongamos de más herramientas para analizar conflictos y nos llevemos diversas estrategias y técnicas que faciliten la resolución de los conflictos.

 

viernes, 28 de enero de 2011

And the winner is...

Nº 1: Izarito

Muchísimas felicidades!!!!!

Envíame un email a maitelama@gmail.com y nos ponemos de acuerdo para enviarte el cuaderno (es que he visto que tu nick no tiene acceso a tu email).

Muchas gracias a todas por vuestros comentarios, tan bonitos (voy a hacer un sorteo cada vez que me encuentre baja de moral :) ) . 

martes, 25 de enero de 2011

Smoke

Leía hace días una entrada de Myriam hablando del Día de la marmota y me reía porque esa misma mañana estaba yo pensando en la película. Hay trozos de mis días que son iguales un día tras otro, salvo retrasos. También recordaba la película escrita por Paul Auster, Smoke, en la que el protagonista realiza una foto cada día a la misma esquina, a la misma hora. Con el seguimiento de las fotografías se podían conocer retazos de vidas que se cruzaban. Esa es mi sensación habitual en ciertos momentos del día.

Salgo de casa a las 7:45 y tengo 15 minutos de camino hasta el trabajo. Enciendo la radio. Mi calle suele estar vacía, así que aunque muy infiel, suele acompañarme la luna. También está Venus, más visible durante todo el mes y que señala el camino que debo seguir. Así que voy hacia Venus. La calle está vacía, es de noche, y yo no voy mirando las estrellas, sino a todo un planeta.

Antes de llegar a la gran plaza que señala el final de mi camino, paso por un centro de trabajo de Unitono, donde hay teleoperadores, muchos apurando en la calle, mientras fuman el último cigarro. Otros ya están finalizando la jornada nocturna. Siempre son los mismos, tienen turnos bastante estables en la planta que es visible desde la calle. Cada día recuerdo mi etapa de teleoperadora, y sigo adelante.

Al llegar a la plaza paso por un chaflán en el que se sitúan inmigrantes probando suerte, a ver si pasan a recogerles y llevarles a alguna obra, a algún trabajo, sin saber si será un trabajo de un día o de una semana; con la incertidumbre de si trabajarán y de si cobrarán en caso que les recojan. Ya reconozco algunas personas, con algunas incluso he hablado en mi trabajo.

Cruzando la plaza llego a mi trabajo. Cuando me faltan unos cincuenta metros más o menos, en la radio suena el mismo anuncio de seguros cada día, que habla de yogurteras que no son útiles en casa, preludio de las noticias de las ocho. En ese momento, mientras escucho el anuncio, casi cada día me cruzo en el mismo punto con un coche que lleva tres niños sin cinturón y con un padre que lleva a su hija de unos cuatro años en brazos, dormida. Me indigno y me conmuevo en décimas de segundo.

Apago la radio, subo las escaleras, firmo mi entrada.

viernes, 21 de enero de 2011

Sorteo!!

Pues nada, vamos a celebrar el cumple de Teo y que el blog ha llegado a las 300.000 visitas, que se dice pronto...

Llevaba días dándole vueltas a qué sortear, me apetecía algo especial, pero andaba bloqueada... Voy a cambiar el tradicional cuento por este cuaderno. Yo tengo uno, de Alicia, que aún no he estrenado, pero me gusta taaaannnto!!! :)


Pues nada, ¡apuntaros si queréis!!! Para ello, pues lo típico, dejando un comentario. Dejo una semanita de plazo, hasta el viernes que viene a las 21:00.

Un abrazo y gracias!

24 meses en un instante


jueves, 20 de enero de 2011

Jueves presumido: Tartas, ¿quién vive en una piña debajo del mar?!!

Son dos bizcochos de yogurt. El primero con pepitas de chocolate y recubierto de fondant de nubes y una oblea. No las había utilizado nunca y ya he visto que tiene su truco para pegarla bien (cosa que no he hecho, jejeje). Como recurso rápido para adornar creo que da el pego. Es para que se la lleve mañana al cole.

El segundo, sin pepitas de choco (en honor a Laia) ,  cubierta en parte de garnache de chocolate y chuches. Un invento el garnache, más suave que la cobertura de chocolate. Esta nos la hemos comido en una merendola que hemos hecho con amigos del cole de Laia.

No tenía mucho tiempo y la verdad es que creo que al final han quedado bastante majas las dos.


martes, 18 de enero de 2011

No te detengas

Comenté hace unos días que he comenzado a trabajar. El despacho que me han asignado está lleno de recortes de optimismo, necesarios en un lugar al que principalmente acuden personas con situaciones personales muy complicadas. Uno de los poemas que hay es el No te detengas, atribuido a Walt Whitman, aunque en este blog comentan que no, que no es de él. También he visto que el poema es más largo, pero lo dejo tal cual lo tengo en el despacho. A veces llego por la mañana, por decir algo, ya que aún no ha amanecido, lo leo y me recargo.

Es extraño esto de ocupar el lugar de una persona a la que seguramente no conoceré personalmente, pero a la que siento cercana a través de diferentes textos y fotografías.

NO TE DETENGAS


No dejes que termine el día

Sin haber crecido un poco
Sin haber sido feliz,
Sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento
No permitas que nadie te quite
El derecho a expresarte,
Que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer
De tu vida algo extraordinario
No dejes de creer que las palabras
Y las poesías
Sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase
Nuestra esencia está intacta
Somos seres llenos de pasión
La vida es desierto y oasis
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
Nos convierte en protagonistas
De nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra
La poderosa obra continúa
Tu puedes aportar una estrofa
No dejes nunca de soñar,
Porque en sueños es libre el hombre

sábado, 15 de enero de 2011

Talleres en familia: Mural y biblioteca


Tras el parón de Navidad hemos vuelto a los talleres. Desde que empecé a trabajar ni llevo ni recojo a Teo, así que no tengo muchas oportunidades de hablar con la cuidadora de Teo y estos ratos creo que serán muy buenos en este sentido, para ponernos al día y seguir teniendo relación con la escuela.

Están preparando una biblioteca, con sus pequeños carnets y todo lo necesario para que podamos intercambiar cuentos. Este jueves algunos padres hicieron un cartel que se pondrá en el lugar destinado a la biblioteca. Nosotros nos tuvimos que ir porque llevamos una semana en plan exprés y teníamos otras cosas que hacer. Así que sólo nos pudimos quedar a la primera parte, en la que hicimos un mural para alegrar la escuela ahora que quitaron el super árbol de Navidad que había colgado (hecho por los niños). Yo creo que quedó algo muy colorido y alegre. Eso sí, ni rasto de las manos ni las flores. Entre todos fuímos haciendo capas y más capas de colores.

jueves, 6 de enero de 2011

Fin de fiesta

Las personas que tenemos cierta tendencia a las pajas mentales tenemos un momento de esplendor durante las Navidades: que si religión, tradición popular, solsticio de invierno... En este sentido, acabamos pronto en casa: nos hemos dejado llevar por la corriente de celebrar las fiestas, porque nos gusta celebrar las cosas. Para algunas personas puede resultar raro no ser religioso y tener un Nacimiento en casa, pero nosotros hemos ido adaptando nuestras incongruencias según nos ha venido bien en cada momento. Vamos, ejercemos nuestro derecho a ser incongruentes.

De estas fiestas, lo que más me gusta, ya me voy definiendo un poco, es el Adviento. Ya comenté que me gustan estos días de espera, no sólo por las chocolatinas (que en casa no tienen mucho éxito ya que a Laia el chocolate ni fu ni fa), ni por otros pequeños detalles que aparecen diariamente en los bolsillos de fieltro del calendario. Si no por ser como un periodo de puesta a punto en valores, de recuperación. Estos dos últimos años han sido días muy agitados. El año pasado con el ingreso de Teo en el hospital y éste por un periodo de selección en el que he estado inmersa que más bien ha parecido una Ginkana, pero igualmente han sido días que he disfrutado. Son días diseñados a nuestro antojo, en los que nosotros construimos nuestras tradiciones año a año.

Conforme se acercan los días de Navidad y voy viendo ese otro espíritu que lo invade todo, el del consumismo y las aglomeraciones, se me cae un poco el karma a los pies. Es como que quieres irte a otro planeta y volver cuando toda esta oleada haya pasado. Por suerte este año hemos estado con la familia, en plan casero, y creo que nos hemos mantenido un poco al margen de la locura colectiva. Salvo por los regalos. En mi fuero interno quedan restos de la creencia en seres mágicos que vienen a casa y traen los regalos. Es una sensación que me invade y que hace que cada año retrase hasta ese momento inevitable el ir a comprar regalos. De repente soy consciente de que como no intercedamos nadie va a dejar nada en el balcón. Y toca correr un poco. Sé que el año que viene me volverá a pasar. Por suerte no compramos demasiadas cosas y al final es un tema que se resuelve de forma sencilla.

Uno de los grandes temas de elucubración mental es precisamente el de fomentar la tradición en los seres mágicos que traen regalos. Ayer veía la cara a Teo en la Cabalgata del barrio y su mirada me daba la respuesta. Sí a la ilusión, a la magia, a la imaginación, a la espera. Hay quien piensa que es una mentira que les decimos a los niños, y yo, que siempre comento que nunca miento a mis hijos, pues tengo que cerrar un poco la boca y cambiar el siempre por un excepcionalmente. Porque sí, resulta que les cuento una mentira, como cada vez que les cuento un cuento, con el añadido que ellos no saben que es un cuento, de momento. Ya llegará esa fase y no sé si contaré esta historia o daré mi propia versión. Hay a quien le decepciona tanto la mentira que nunca vuelve a confiar en sus padres, y hay a quien sigue viviendo esos días con la misma magia. Supongo que dependerá de la relación que haya, de cómo se diga o se enteren, de cómo se sigan gestionando estas fechas... digo yo.

Con lo que no puedo, y ya acabo, es con el ¿Has sido bueno? y demás. Desde hace unos años, muchas ya lo conoceréis, desde http://www.hassidobueno.org/ vienen recogiendo firmas simbólicas contra esa práctica de la que se abusa tanto en estas fechas.