miércoles, 27 de febrero de 2008

Un Amigo Imaginario


Enlace a historia http://javarm.blogalia.com/historias/24849
Publicado en El Correo, Territorios, Ciencia-Futuro
Miércoles 29 de diciembre de 2004

Dos de cada tres niños tienen compañeros de juegos que no son reales ¿Un problema o una solución?.

La comprensión del universo de la infancia es una de las labores pendientes de muchas ramas de la ciencia, y en concreto de la psicología. La importancia de esta etapa, en la que el aprendizaje va a ir permitiendo adquirir todas las destrezas de los humanos, fue limitada inicialmente a sus componentes utilitarios: aquellos procesos que emulan los de los adultos, que ensayan y permiten adquirir las habilidades más complejas que nos permiten luego movernos por el mundo. En esta concepción, ya superada, recurrir al animismo como hacen muchos niños, es decir, crear seres imaginarios o dotar de personalidad a seres inertes (un oso de peluche u otro juguete) era contemplado como parte de una etapa en la que todavía no se diferencia adecuadamente entre lo real y loimaginario, entre el mundo físico, objetivo, y el subjetivo de los procesos mentales.

De esta manera, desde Freud hasta Piaget (el gran innvador de la psicología de la infancia), estos amigos imaginarios eran parte, no indeseable sino más bien imperativa, de un desarrollo, que acabaría en torno a los siete años, cuando se consideraba que elniño debería ser capaz de diferencia ese mundo interno de lo imaginario del mundo real. Y los niños que seguían teniendo esos compañeros invisibles, pasaban a ser, casi, sospechosos de un cierto retraso en su desarrollo cognitivo.

Más que teorías científicas sobre la psicología evolutiva, realmente esta concepción mostraba más los prejuicios de los psicólogos adultos ante el valor del juego y de la imaginación y creatividad dentro de la infancia. Un panorama que ha ido cambiando en los últimos decenios y que, recientemente, gracias a nuevos estudios, ha quedado ya comletamente descartado. En las Universidades de Washington y Oregon se ha venido desarrollando un amplio estudio a lo largo de varios años, siguiendo la evolución de 152 niños durante la fase denominada de pensamiento intuitivo, entre los cuatro y los siete años de edad, dirigido por la psicóloga Marjorie Taylor, quien ya en 1999 había publicado el libro Compañeros imaginarios y los niños que los crean (Oxford University Press).

En este libro avanzaba la idea de que estas creaciones personificadas tienen un valor más importante en el desarrollo de la personalidad, permitiendo al niño un desarrollo emocional y social en un entorno más seguro para él. No son por lo tanto un simple refugio del mundo real, sino un lugar de ensayo de habilidades que serán posteriomente puestas en acción en su vida. Igualmente, comenzaban a ver los psicólogos, esta fase no tenía necesariamente por qué circunscribirse a esa etapa previa a los siete años, sino que podría prolongarse a edades mayores, sin tener que ser consideradas como un problema psicológico, sino todo lo contrario.

En el número de diciembre de la revista Developmental Psychology (Psicología del desarrollo) se publican los resultados del estudio dirigido por la Dra. Taylor y Stephanie Carlson, en el que no sólo se ha evaluado a los niños y sus opiniones a lo largode varios años, sino también a los padres. Las conclusiones son bastante sorprendentes: dos de cada tres niños tienen amigos imaginarios de los cuatro a los siete años, aunque muy normalmente los padres no suelen llegar a saberlo (algo más de una cuarta parte de los casos). Y una tercera parte de los niños en edad escolar lo siguen teniendo.

Se comprobó que las niñas, en edad preescolar, solían tener más frecuentemente compañeros invisibles que los niños, aunque esa diferencia por sexos disminuye y a los siete años unos y otras lo tienen por igual. A menudo se trata de personas invisibles de su misma edad, aunque pueden ser en algunos casos mayores (una especie de amigo protector), pero en muchos casos son animales relativamente cercanos al niño, o bien muñecos de su entorno que adquieren características como la capacidad de hablar, recomendar hacer una u otra cosa, y opinar independientemente del parecer del niño. Uno de los aspectos que surge de este estudio es que sólo en casos aislados el amigo resulta ser hostil al niño.

Las conclusiones de los autores indican que esta actividad supone en efecto una mejora de las capacidades cognitivas del niño, porque son situaciones en las que él se somete a la necesidad de tomar decisiones o evaluar posibilidades. Así, entre los de siete años, se comprobó que quienes tenían amigos imaginarios obtenían resultados mejores que los otros en pruebas que evaluaban la comprensión emocional y el desarrollo social. La Dra. Carlson comentaba en una nota de prensa de la Universidad de Washington enSeattle: estos personajes proporcionan una función emocional sana, esa invención es parte importante de nuestro desarrollo cognitivo y social, algo que nos acompañará el resto de nuestra vida.

La desaparición de estas creaciones se suele dar por simple desinterés del niño. Como sucede con muchos juguetes, llega un momento en que se olvidan. Existe una persistencia, sin embargo, en un porcentaje no evaluado aún (aunque algunos estudios en preadolescentes lo han hecho notar), de estos amigos en los diarios personales que se escriben a edades entre 13 y 14 años. La Dra. Taylor ha encontrado, en un estudio que ahora realiza con novelistas adultos que, a menudo, la relación de los escritores con los personajes que crean en sus escritos es bastante similar a la que tuvieron de niños con sus amigos imaginarios, aunque sería especular sacar conclusiones sobre la creatividad humana sin datos más completos.

Los Padres No Se Enteran
El estudio de las doctoras Carlson y Taylor detalla que sólo un 26% de los progenitores conocen la existencia de estos compañeros imaginarios de sus hijos. ¿Puro desinterés? A menudo son los niños quienes mantienen a sus creaciones aparte del mundo de los adultos: cuando llega mamá, el peluche vuelve a ser un peluche sin más. En el estudio, sin embargo, aparece una amplia diversidad de casos, algunos de los cuales evidencian el papel social y emotivo de estas creaciones: una niña tenía como colega un elefante rosa de su altura; otro niño tenía un amigo imaginario que a la vez tenía un perro imaginario a su puerta, que los asustaba si alguien de la familia estaba enfermo.

Frente a los prejuicios habituales, los niños con amigos imaginarios suelen tener más capacidad de desarrollar amistades reales, debiéndose desterrar ese prejuicio adulto de que un niño que tiene un compañero imaginiario lo hace porque se cierra en un mundo de fantasía y no quiere aceptar el mundo real. Son simplemente compañeros de juegos que les permiten ensayar lo complejo de un mundo, el real, y sus relaciones sociales y emocionales.

domingo, 24 de febrero de 2008

Autorregulación y teoría de la frustración



El tema de la autorregulación me interesa mucho y la verdad es que no encuentro demasiada información sobre como potenciarla. Este texto, autorregulación y prevención infantil es Estíbalitz Vegas González está publicado en su página web: adore psicoterapia
Ilustración de Patricia Metola
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La Prevención Infantil responde a un enfoque Bio-Psico-Social de la salud, y abarca desde el momento de la concepción hasta aproximadamente los 6 o 7 años de vida, época de constitución global del carácter. Este periodo reviste gran importancia, especialmente por dos razones:

- Por un lado hemos de tener en cuenta que ningún otro animal nace tan inmaduro como el ser humano (no puede desplazarse por si mismo, ni alimentarse sin ayuda, ...), de hecho desde diferentes disciplinas se le considera, prácticamente durante todo el primer año de vida, como un feto extra-útero. Esto supone, además de un prolongado tiempo de dependencia natural para garantizar su salud futura a nivel físico, psíquico y emocional, una gran vulnerabilidad de esta primera época de la vida, que se divide en dos periodos críticos: Periodo Crítico Biofísico y Periodo Crítico Psíquico.

- Por otro lado muchas son las investigaciones en diferentes campos (medicina, sicología, sociología, antropología, ...) que nos proporcionan datos acerca de la gran influencia que este periodo inicial tiene de cara a la salud futura de cada individuo en particular (a nivel físico, emocional y psíquico), y de la sociedad de la que forma parte en general.

El cuerpo de conocimientos de lo que entendemos por Prevención Infantil, parte sobre todo del trabajo de Reich y sus colaboradores, aunque también las investigaciones de Bowlby y su Teoría del apego tienen un importante lugar. Los datos que la fundamentan provienen de tres fuentes diferentes:

- las observaciones directas de los niños permiten conocer el desarrollo infantil (sus capacidades en las diferentes etapas, por ejemplo).
- los estudios antropológicos y sociales nos permiten comprobar la correlación existente entre diferentes tipos de crianza, y distintos tipos de sociedades resultantes, ofreciéndonos además otro punto de vista.
- los datos clínicos: el trabajo con adultos en terapia nos corrobora lo que no debemos hacer con los niños.

Si nos preguntasen, la gran mayoría de los padres y madres afirmaríamos que deseamos que nuestros hij@s crezcan sanos, y que el día de mañana sean fuertes, autónomos, seguros, felices, ... Sin embargo, frecuentemente las pautas que se ponen en práctica con los niñ@s van en un dirección muy distinta. Hay padres y madres que no se cuestionan al respecto, simplemente hacen lo que hicieron con ellos, o siguen al pie de la letra consejos de personas que nada saben acerca del desarrollo infantil (el pediatra, por ejemplo), muchas veces esto ocurre por falta de información. Otros tienen inquietudes, y desearían hacer las cosas de un modo distinto, pero se encuentran perdidos ante la gran cantidad de teorías con respecto a la educación, muchas veces contradictorias entre sí. Otros padres y madres tienen bastante claro lo que han de hacer y lo que no, pero en la práctica se sorprenden a si mismos diciendo y haciendo cosas que jamás pensaron que llegarían a hacer o decir. Esto se debe generalmente al enorme peso que tiene sobre nosotros la forma en que fuimos educados. Y es que la crianza es muy complicada, y generalmente nadie se prepara para ella. La Prevención infantil intenta ayudar en todas estas situaciones, para lograr que la generación siguiente sea mas sana que la nuestra a todos los niveles: físico, psíquico y emocional.

En la forma de educar imperante en nuestra sociedad, el objetivo es lograr una rápida adaptación del bebé a la sociedad, de forma que altere lo menos posible el tipo de vida que sus padres llevaban con anterioridad a su llegada, evitando además con ello los posibles cambios en el actual estado de las cosas. Además, se intenta “acostumbrar” a los niños desde pequeños a lo que la sociedad les puede deparar en un futuro, con el objetivo de evitar males mayores. Todos hemos oído frases como: “tiene que hacerse duro”. Pero, paradójicamente, la fortaleza que se intenta implantar queda imposibilitada, porque un ser vulnerable, como lo es un bebé o un niño, dispone de una menor capacidad de defensa ante su medio que los adultos, con lo que, ante la frustración, no le queda otra salida que una adaptación-resignación progresiva. Como resultado, en lugar de niños fuertes, nos encontramos con niños duros, ya que se han rodeado progresivamente de un muro para intentar defenderse del daño producido por la frustración de las necesidades primarias (como el contacto corporal, la atención, las miradas cálidas, ...) y que acaba convirtiéndose en cárcel, ya que su instalación rígida en forma de carácter-coraza limita en un grado elevado el contacto con el exterior de una manera automática y no adaptada a las circunstancias.

En esta forma de educar subyace la Teoría de la Frustración proveniente del psicoanálisis, según la cual, para pasar de una fase a la siguiente, es decir, para poder madurar, es necesario frustración.

(cita de Maria Montero-Ríos)
El enfoque de la Prevención infantil viene a sustituir la Teoría de la Frustración por la Teoría de la Autorregulación, que supone confianza en la capacidad del bebé (y de todo ser vivo) para regular espontáneamente las propias funciones vitales, para conectar con las propias necesidades y buscar su satisfacción. Representa la confianza en la capacidad de l@s niñ@s para desarrollarse en todos los ámbitos (biológico, psicológico y social) según su propio ritmo. En la práctica esto supone que no es necesario enseñar al bebe a dormir, a comer, a relacionarse, ..., sino que todas estas adquisiciones se logran de una manera natural como producto de la maduración.

Desde este punto de vista, se tiene en cuenta la diferencia entre necesidades primarias y secundarias. Las necesidades primarias hacen referencia al alimento, el descanso, la satisfacción sexual y a una vivencia de seguridad afectiva que brinda el afecto, la atención al llanto, el contacto corporal, ... Por otro lado, las necesidades secundarias son aquellas creadas por nuestra cultura y que no producen daño si son frustradas (por ejemplo, las golosinas).

Cuando las necesidades primarias no se cubren adecuadamente el niño vivencia al mundo que le rodea como un lugar hostil, y a sí mismo como poco merecedor de atenciones, sentando las bases de una baja autoestima y un futuro auto-concepto negativo (niños duros). Sin embargo, cuando estas condiciones se cumplen, el niño siente al medio externo como un lugar bueno, agradable, positivo, y a sí mismo como digno de dichos cuidados, lo que permite sentar un base sólida de cara al adulto que mañana será (niños fuertes). A menudo padres y educadores se preocupan, una vez llegada la adolescencia, de temas como las drogas, la responsabilidad, las influencias del grupo, la autoestima, ... sin darse cuenta de cuanto acontece en este periodo es en gran medida el resultado de los conflictos generados en la infancia, y que a su vez reflejan los conflictos propios de nuestra sociedad.

Los focos prioritarios del enfoque preventivo son la familia y la educación, y en todas sus actividades se intenta, además de facilitar información útil e importante, lograr una mayor empatía con las necesidades de l@s niñ@s en plena formación madurativa, y su proceso emocional. El objetivo principal consiste en intentar que la generación siguiente sea mas sana que la nuestra propia, tanto a nivel físico, como psíquico y emocional.

Este abordaje comienza desde el embarazo con la Preparación al embarazo, parto y crianza natural. Esta preparación no se limita a ser una preparación al parto, sino que supone una preparación integral a la maternidad y a la paternidad, ya incluye al padre desde el inicio, y no sólo como una figura “acompañante”. De esta manera ambos pueden percatarse, y elaborar conflictos que emergen con respecto a las propias vivencias infantiles, y a las relaciones con los propios progenitores, a través del trabajo corporal y emocional. Ante todo se intenta favorecer la capacidad de contacto, la apertura y la auto-confianza.

Este trabajo se continúa con el Seguimiento especializado del Sistema Familiar hasta los 6 años y con el Grupo de apoyo a la lactancia y crianza natural. Estos espacios, el primero individual, y el segundo grupal, funcionan de forma complementaria durante los primeros dos años del bebé.
En el Seguimiento especializado del Sistema Familiar se busca favorecer, desde el nacimiento hasta los 6 o 7 años de vida, el concepto de continium sin rupturas durante el desarrollo psico-afectivo. Se busca en él, además de la resolución de dudas, la coherencia de intervención de padres y madres que garantice en la practica un carácter flexible (en términos Reichianos), y un vínculo seguro (siguiendo la terminología de Bowlby).

El carácter es una forma estereotipa de movernos por la vida, que en su origen nos sirvió como defensa ante frustraciones del medio(a falta de otros mecanismos de defensa), pero que con el tiempo se ha cronificado. La coraza es la otra cara de la misma moneda, y esta constituida por una serie de espasmos musculares (simpaticotomia) que se originan normalmente en la infancia, cuando los bebes y los niños suprimen de su conciencia las necesidades básicas no satisfechas, o sus sentimientos negativos hacia los adultos que no las han satisfecho (especialmente los padres). Estas tensiones reducen su capacidad y vitalidad, causando enfermedades o predisponiéndoles a ellas. Los órganos afectados dependen del tipo de carácter, y este a su vez de las situaciones difíciles a las que cada niño se ha tenido que enfrentar.

Por otro lado, los Grupos de apoyo a la lactancia y crianza natural, están dirigidos a padres y madres con hij@s de entre 0 y 2 años (coincidiendo con el periodo Crítico Biofísico), así como a los que pronto lo serán (embarazadas y sus parejas). Este grupo tiene una función social, y en Bilbo esta funcionando actualmente uno con carácter gratuito y abierto, con encuentros de hora y media un sábado por la mañana al mes. El grupo supone un refuerzo y un reconocimiento de la maternidad /paternidad, y su función básicamente es la de crear espacios de autoayuda a través de la comunicación grupal, favoreciendo la escucha y permitiendo el aprendizaje de la experiencia de otros.

Con este grupo se persiguen los siguientes objetivos:

- Favorecer la capacidad de contacto con las necesidades primarias del bebé.
- Descodificar la tendencia educativa a atribuir intencionalidad perversa y manipulación a los bebés.
- Prevenir conductas inapropiadas que impiden un adecuado maternage.
- Potenciar el aspecto intuitivo frente al educativo
- Cuestionar las referencias sociales tradicionales
- Ser conscientes de la propia realidad y desculpabilizar lo que no se considera idóneo

Los temas tratados pueden ser muy diversos (lactancia, sueño, pareja, vacunas, presión social, sexualidad infantil, control de esfínteres, desarrollo psicomotor, crecimiento,...) y son abordados a través de las dificultades planteadas por los componentes del grupo. La coordinadora o terapeuta dinamizará el grupo, intentando que las dudas sean elaboradas o contestadas por el propio grupo, interviniendo directamente sólo en momentos puntuales de aclaración.

Posteriormente, y entre los 2 y los 6-7 años (coincidiendo con el periodo crítico psíquico) tienen su lugar las Escuelas de padres/madres. Su función concreta es permitir un espacio privilegiado de reflexión y de auto-cuestionamiento, de cara tanto a lograr una mayor coherencia en la crianza de nuestr@s hij@s, como a mejorar nuestras relaciones con ell@s en beneficio de tod@s.
El objetivo principal es evitar la cadena de transmisión intergeneracional de la neurosis de padres a hijos. Para ello es necesario tomar conciencia del condicionamiento de la propia historia personal infantil, que genera los automatismos educacionales, así como lograr un mayor contacto con las necesidades infantiles desde la empatía. De esta manera pueden evitarse muchos de los errores que cometieron con uno mismo.
En la escuela de padres, a diferencia del grupo de apoyo a la lactancia y crianza natural, se funciona con grupos constituidos, es decir, cerrados y con compromiso de asistencia, de cara a favorecer la confianza y la implicación personal.
Los encuentros tienen lugar una vez al mes, con una duración de dos horas y en ellos se trabajan, mediante técnicas activas y dinámicas grupales, aspectos como:

· La influencia de nuestro carácter en nuestros hijos
· La transmisión inconsciente intergeneracional de padres a hijos
· La agresividad, la sexualidad infantil, ...

El abordaje se adapta en cada sesión a la situación del grupo, así como a sus necesidades cambiantes, trabajando de manera práctica situaciones vividas en las relaciones cotidianas con los hij@s.

También se lleva a cabo Formación a educadores infantiles, especialmente de cara a intentar lograr un mayor conocimiento del niñ@ y su mundo, y en la medida de lo posible, lograr una coherencia entre escuela y familia. En esta línea lleva funcionando ya varios años desde el Ayuntamiento de Donosti un Programa de Prevención Infantil, realizando en los centros tanto escuela de padres, como Formación a educadores. Dentro de esta formación los temas que se desarrollan abarcan un amplio espectro, pero guardan relación directa con la comprensión del proceso psico-afectivo infantil desde el nacimiento hasta los 7 años. Se abordan temas como el primer año de vida, la socialización, la función de la familia, el cómo de la escolarización temprana, los vínculos, ...

El enfoque de la Prevención Infantil supone además, la necesidad de cuestionar y modificar nuestro actual sistema social, ya que si deseamos una sociedad mas saludable hay que comenzar también desde la raíz. Esto implica dificultades y un esfuerzo constante por lograr algunas metas que pueden mejorar las condiciones en las que se viven la maternidad/paternidad, tales como el respeto de las recomendaciones de la O.M.S. por parte de las hospitales en la atención de partos, la posibilidad de parir en casa de forma gratuita para todos aquellos que así lo deseen, el aumento tanto de la baja maternal como paternal, el establecimiento de maternidad remunerada para todas aquellas mujeres que no tengan contrato y no puedan acceder a la baja maternal (como ya funciona en otros países), una mejora en las condiciones de hospitalización de los niños, ... A fin de lograr estos objetivos entre otros, se lleva a cabo también la Divulgación de información a través de conferencias y publicaciones, así como el apoyo y la participación en campañas en favor de causas, metas u objetivos como los citados.

En definitiva, nos movemos por la vida desconectados de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y de nuestras necesidades reales, y por lo tanto de nuestro entorno en grado diverso, viviendo frecuentes contradicciones entre lo que hacemos, pensamos y sentimos. Esta desintegración (escisión y limitación) de lo que somos se produce más o menos gradualmente a lo largo del periodo que va desde la concepción hasta los 6 o 7 primeros años de vida (periodo de formación del carácter), para defendernos de las frustraciones del medio. La P. I. lleva a cabo su labor en este periodo de cara a evitar, en la medida de lo posible, que la generación siguiente viva de una manera mas plena, gozosa y responsable.


Nota:
Frecuentemente cuando se habla de autorregulación, mucha gente interpreta erróneamente que su puesta en practica supone dejar al niño hacer absolutamente todo. Esto no es así. Los niños necesitan de contención, de un marco de seguridad (es necesario, por ejemplo, protegerles de situaciones potencialmente peligrosas para ellos). Contención no significa negar sus necesidades, sino velar por ellas. La función del adulto sería la de proporcionar ese marco de seguridad, donde las necesidades primarias estarían cubiertas, para que su maduración pueda tener lugar, evitando las interferencias externas innecesarias. (Dif autoridad (natural)- poder).

sábado, 23 de febrero de 2008

Conciliar, sí, pero ojo con el niño

Un artículo de J. A. AUNIÓN publicado ayer mismo en el país .

La conciliación implica educar y cuidar a los hijos, no que prolonguen su jornada escolar - El 40% de los niños viven estresados por exceso de horario - Nace el 'padre de hijo horizontal': el que sólo le ve dormido.


Las palabras, como cualquier cosa, pueden desgastarse del uso y perder parte de su significado. "Conciliar, sin más, no significa nada. ¿Qué queremos conciliar? ¿Con una familia tradicional en la que la mujer, aunque trabaje, se haga cargo de las obligaciones familiares? Hay muchos tipos de conciliación", asegura la investigadora de la Universidad Carlos III Constanza Tobío. Y no todas son iguales, ni tienen los mismos efectos para los padres y sus hijos, encontrando unas y otras en el camino efectos no deseados.

Medidas como la extensión de las guarderías públicas (el PSOE ha prometido 300.000 y el PP ha subido la apuesta a 400.000), las actividades extraescolares, el aumento del horario de apertura de los colegios, también durante las vacaciones (que las asociaciones de padres de alumnos piden que se generalicen), pueden acabar afectando negativamente a los niños, que pasan desde muy pequeños muchas horas fuera de casa soportando unas jornadas tan cargadas o incluso más que las de sus padres. La Sociedad Española de Psiquiatría estima que alrededor del 40% de los niños están estresados, entre otras causas, por su acelerado ritmo de vida. Mientras algunos expertos, como Irene Balaguer de la asociación de maestros Rosa Sensat, creen que hace falta cuidar mucho más la calidad de esas actividades, otros creen que hay que reservar más espacio para los niños: "Las medidas de conciliación son buenas si sirven para pasar más tiempo con los hijos; si no, no hacemos nada", asegura Jesús García Pérez, pediatra y presidente de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil.

Pero centrarse en otras políticas, como el fomento de la reducción de jornada, los permisos parentales retribuidos o dar dinero a las familias, tienen en la práctica efectos perversos, ya que acaban significando que son las mujeres las que reducen su jornada o dejan el trabajo durante diversos periodos, con el coste en la carrera profesional que eso conlleva, asegura Tobío citando, por ejemplo, el caso de Alemania. Allí, "la mayoría de mujeres se quedan en casa durante el primer año del bebé y luego se reincorporan en empleos de media jornada", dice un estudio de la Comisión Europea publicado en 2006. En España, una de cada cinco directivas de empresas renuncia a su baja por maternidad por temor a las consecuencias laborales, según una encuesta del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE).

Un trabajo que la profesora Tobío hizo junto a Juan Antonio Fernández Cordón en 2006 con la Fundación Alternativas dividía en tres los modelos de políticas de conciliación. El nórdico, basado en la combinación de servicios y permisos, trata de implicar a los varones con permisos específicos para ellos. El modelo centroeuropeo está basado en permisos parentales y dinero a las familias y sus consecuencias en la práctica, como hemos visto, son que las mujeres se siguen encargando de los hijos. Y el modelo francés, que mezcla servicios, permisos y dinero está resultando en que las mujeres con menor cualificación "son las que abandonan el mercado de trabajo mientras los hijos son pequeños", dice el informe.

En cuanto a España, el estudio concluía que las políticas de conciliación "no sólo son escasas, sino ineficaces y confusas", y apostaba por un modelo, sobre todo, de servicios, aunque apoyado en permisos y dinero. Dos años y algunos cambios después, España ofrece a los padres un poquito de todo: servicios como las guarderías, bajas, medias jornadas, o subvenciones, como los famosos 2.500 euros por bebé. Pero menos que muchos europeos.

Por ejemplo, las plazas públicas de guardería hasta tres años llegan en España (a la espera de que se cumplan las optimistas promesas electorales) al 17% de los niños, muy lejos de la Bélgica Flamenca (81%), Dinamarca (56%) o Francia (43%). Más cerca de los países europeos están los permisos. El PSOE, que ya amplió el de paternidad a 15 días en este mandato, ha prometido extenderlo a un mes en el próximo; y el de maternidad, aumentarlo de 16 a 18 semanas para el segundo hijo y a 20, para el tercero. El PP también ha propuesto un mes de baja de paternidad, que se podría disfrutar durante los tres primeros años del niño, y 18 meses para todas las madres. Durante ese tiempo, se cobra el 100% del sueldo.

Lo que no está remunerado en absoluto es la excedencia que los padres pueden coger hasta que el niño cumpla tres años. En Francia, a partir del segundo hijo se cobran 485 euros al mes, y en Dinamarca, donde la excedencia puede durar algo más de cinco años, se cobra el 90% del sueldo durante dos años y medio. En cuanto a la reducción de la jornada laboral, el PSOE ha prometido que los padres podrán optar a ella hasta que sus hijos cumplan 12 años (ahora el límite es ocho), como ya ocurre en Portugal. El PP, por su parte, ha prometido rebajas fiscales a las empresas que fomenten medidas de conciliación.

En más de 1,8 millones de hogares españoles, cerca del 11% del total, viven niños menores de 10 años mientras sus padres trabajan, incluidas las familias monoparentales, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Los momentos más difíciles son hasta que el niño cumple tres años, cuando se pone malo o por las diferencias del horario escolar y la jornada laboral. Y al final, aunque es cierto que muchas veces lo hacen condicionados por las políticas (o por su ausencia), o los modelos y tradiciones sociales, cada familia busca, acomoda como puede y elige su propia conciliación (que se lo pregunten a las abuelas). Veamos dos ejemplos, uno en España y otro en Francia.

Caroline David, parisiense de 36 años, tiene tres hijos: Víctor (7 años), Clara (6) y Martin (1). Cuando tuvieron los dos primeros, fue ella la que tomó una reducción de jornada (al 80%), pero con el tercero, ha sido su marido, Fabrice (37 años), el que la ha tomado porque el sueldo de ella es mayor. El dinero también fue la razón principal para fuera Cristina de la Paz (35 años), y no su marido, Daniel Moreno (33), la que tomase la jornada reducida. Trabaja en Madrid y tiene dos hijos, Adrián (5 años) y de Mireya (1). Los hijos de Caroline y Fabrice tuvieron una plaza en una guardería pública municipal de París, como mucho, cuando éstos tenían seis meses de edad. Cristina consiguió plaza en una guardería pública del pueblo madrileño donde vivía antes, Ajalvir, para su primer hijo, pero no para la segunda. Tampoco la consiguió en San Sebastián de los Reyes, donde trabaja.

Los dos hijos mayores de Caroline van a la escuela primaria, y el pequeño, a la escuela infantil, ambas públicas. Ella es la que se encarga por las mañanas de dejarles en clase a las 8.20, antes de entrar a trabajar, entre las 9,00 y las 9.30, en su puesto en el Sindicato Nacional de Viviendas (que gestiona las casas de protección oficial). Sale entre las 18.00 y las 19.00 y a veces tiene que viajar. Cristina deja a sus hijos en una guardería y colegio privados a las 8.50 y entra a trabajar a las 9.45 en la sede de una multinacional de hipermercados. Sale a las 15.15, come en casa de su madre, que vive cerca de su trabajo, y recoge a los niños alrededor de las 17.00. Aunque las clases han acabado a las 16.30, el colegio da un tiempo de cortesía, tanto antes como después de clase.

De vuelta en París, es el marido de Caroline, Fabrice, que empezó su jornada a las 8.30, quien recoge a los niños a eso de las 18.30. Las clases son también hasta las 16.30, pero después la escuela ofrece un servicio de guardería que, como la de los bebés, se paga en función de la renta. Él, trabajador de Air France, gracias a la reducción de jornada y otras medidas como minimizar el tiempo de la comida, también tiene libres los miércoles (en Francia, los niños no tienen clase ese día). Caroline David explica que el hecho de que su marido haya cogido ahora la reducción de jornada es también para poder pasar más tiempo con los chavales.

A las dos familias les llegan "más o menos" los días libres para apañarse cuando los niños se ponen malos. Caroline echa mano de su madre cuando la enfermedad se prolonga o para hacer algún viaje, y Cristina de sus cuñadas algunos días de fiesta o de vacaciones. Mientras que en verano Caroline pide también ayuda a su madre, Cristina, desde los tres años, apunta a su hijo mayor a campamentos de un mes.

Aún no le ha apuntado a actividades extraescolares, pero lo hará el año que viene, como el 94% de los niños de primaria, según el Instituto de Evaluación Educativa. Cerca de dos tercios están apuntados a más de una, normalmente, deportivas, de informática o inglés. Los niños "están bastante estresados", su tiempo libre "está muy escolarizado, a veces condicionado por las necesidades laborales de los padres y ha perdido su función de tiempo de descanso", asegura Aquilina Fueyo, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo. "Son actividades bastante poco lúdicas, pero para los padres son lugares seguros donde dejar a sus hijos", añade.

Para Irene Balaguer, presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat, "si los niños, por necesidades de conciliación, van a pasar mucho tiempo fuera de casa, hay que garantizar que esas horas tienen todas las garantías que merecen". Si fuera así, "las familias podrían estar tranquilas". Pero no lo es. Ni los comedores escolares tienen la calidad adecuada, asegura, ni la ampliación de horarios cuenta con "profesionales bien pagados" ni con "un planteamiento sobre qué hacer con esas horas". Balaguer asegura que es necesario recuperar espacios lúdicos, pero, en cualquier caso, insiste en que "estar en casa tampoco garantiza nada".

Si a finales de los noventa se empezó a hablar de los niños de la llave (van al colegio con la llave colgada al cuello como un collar para volver a casa antes que sus padres y pasan horas solos hasta que llegan), el pediatra Jesús García, habla ahora de los padres de hijos horizontales. Con un buen poder adquisitivo para contratar a un cuidador, salen de casa antes de que se despierten sus hijos y vuelven cuando ya están otra vez en la cama. Habla también de la necesidad, no sólo de pasar tiempo con los niños, sino de la calidad del tiempo, de la necesidad de comunicarse.
Pero el deseo de luchar contra jornadas laborales cada vez más extensas para tener tiempo personal sobrepasa a las familias con hijos; el resto de los trabajadores también quieren robarle tiempo a las interminables jornadas laborales para pasar tiempo con la pareja o con los amigos o hacer lo que a uno le dé la gana. Eso es lo que buscará principalmente en su futuro trabajo, además de un sueldo más o menos digno, el 70% de los universitarios españoles, según una encuesta de la consultora sueca Universum Communications. "Eso no es un problema de conciliación, sino de vida", asegura la investigadora Constanza Tobío. "El problema es que tenemos jornadas laborales de 8, 9 o 10 horas", añade.

Los españoles trabajan unas 200 horas más al año que franceses, daneses o alemanes y, según el informe Empleo en Europa 2007 de Eurostat. Sin embargo, la productividad crece la mitad que en el resto del continente. Ya no se trata sólo de las necesidades de los trabajadores, sino de "los costes que la no conciliación le causa a la empresa", explica la profesora del IESE Nuria Chinchilla. "La conciliación reduce el absentismo un 30%, las bajas por estrés, la fuga de talentos, aumenta la motivación...". Asegura que sólo el 7% de las empresas españolas son familiarmente responsables, es decir, ofrecen horarios flexibles y por objetivos. "Tiene que haber un cambio de mentalidad en los empresarios", añade. Chinchilla está de acuerdo en que la conciliación es necesaria para todos, pero cree que hay que empezar por las personas que tienen niños o dependientes a su cargo.

Pero es que además, el español no gestiona bien el tiempo, asegura el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Ignacio Buqueras. Explica que sus horarios, tan diferentes a los europeos -"Trabajamos más horas, dormimos 40 minutos menos, empezamos la jornada casi a la vez, pero, con pausas muy largas para comer, acabamos dos o tres horas más tarde"-, nacieron en la primera mitad del siglo pasado, a imagen y semejanza de una sociedad muy desigual, en la que el hombre trabajaba y la mujer se ocupaba de la casa. "Ahora son los dos los que llegan tarde a casa. Y claro que afecta a la productividad y a los hijos. La conciliación y la igualdad son pura demagogia, si no introducimos usos más racionales del tiempo", concluye.

lunes, 18 de febrero de 2008

¿Reciben los bebés suficientes abrazos?


De Natalia Suárez Acero
Imagen de Patricia Merola


Los científicos saben bien que todas las crías de mamíferos necesitan un mínimo de contacto para lograr un desarrollo normal. Los cachorros necesitan ser lamidos, o tocados en el caso de los primates, para alcanzar una madurez adecuada. Se han hecho experimentos con roedores y con monos a los que se les privaba de contacto físico, únicamente recibían alimento, y al crecer se convertían invariablemente en adultos anómalos, incapaces de socializarse de manera adecuada ni de cuidar de forma eficiente a sus propias crías. (De hecho, en francés existe la expresión `un oso mal lamido´ para referirse a alguien insociable o de trato difícil.)

Por desgracia este experimento se hizo también con humanos: el emperador Federico II ordenó que varios bebés fuesen aislados y recibiesen tan sólo alimento y cobijo de sus cuidadoras, prohibiendo que les dirigiesen la palabra o cualquier muestra afectiva, con el fin de averiguar en qué idioma hablarían primero. Todos murieron.

También a comienzos del siglo veinte, el pediatra americano Fritz Talbot, alarmado por la elevada mortalidad de los menores de 2 años en clínicas y orfanatos, donde teóricamente los bebés disponían de cobijo y alimento, viajó a una clínica alemana donde los niños diagnosticados con marasmo ( enfermedad de origen desconocido que se caracterizaba por pérdida de peso, abatimiento y desgana entre otros síntomas, y que acababa con la vida de un alto porcentaje de ellos) lograban sobrevivir. Allí halló a una mujer, Anna, corpulenta y ya mayor, que acarreaba permanentemente unos cuantos pequeñuelos. Cuando los niños perdían las ganas de vivir y comenzaba este proceso, Anna los llevaba en contacto con ella a todas horas, contraviniendo las normas que imperaban en la época que decían que a los niños debían cogerles lo mínimo necesario para su higiene y alimentación para que no se echaran a perder.

Los niños de Anna sobrevivían siempre, y Fritz talbot quedó tan impactado que a partir de entonces se dedicó a difundir la idea de `atención amorosa´.

Más recientemente, el New York Times ha publicado un artículo sobre el papel crítico del contacto en el desarrollo infantil en el que se menciona `el estancamiento psicológico y físico de niños privados de contacto físico aunque por lo demás bien alimentados y cuidados´ (Goleman, 1988).

La cuestión es ¿reciben los niños occidentales el suficiente contacto físico para completar su desarrollo de forma satisfactoria? ¿Cuánto contacto exactamente se necesita para crecer sano emocional y afectivamente?. No lo sabemos, lo que sí sabemos es que en nuestra civilización desde hace unos cien años se hacen las cosas de manera muy diferente con los bebés a como se ha hecho siempre. Pertenecemos a una de las pocas culturas del mundo donde en la actualidad lo general es que los niños duerman solos, incluso en habitaciones separadas desde la más temprana edad. Donde muchos bebés van de la cuna al carrito y del carrito a la hamaca durante meses con el fin de que no se acostumbren a ser cogidos. Cuando damos un paseo de tres horas llevando al bebé en un carro, aunque nos parezca que hemos pasado la tarde con él, podemos tener por seguro que la sensación del bebé ha sido de no-mamá durante todo ese tiempo. Algunos además, pasan más de ocho horas al día en guarderías donde existe una cuidadora por cada ocho niños.

En España, los índices de lactancia, un modo de alimentación que asegura un saludable contacto `piel a piel´, son todavía muy inferiores a los de otros países, y algunos `expertos´ de gran difusión aseguran que lo mejor es ignorar sus llantos cuando los bebés, como inteligentes mamíferos cuyo instinto les dice lo que necesitan, luchan para cambiar eso. Parece que se está haciendo con los niños un gran experimento de resultados inciertos.

Cuando una mamá humana tiene un hijo, montones de expertos, familiares bienintencionados, y fabricantes de artilugios para bebés tratan de influir sobre ella utilizando todo tipo de argumentos. La mamá humana quiere a su pequeño con locura y quiere darle lo mejor, pero duda entre tanta información contradictoria, así que puede que se decida por una determinada tendencia o puede que varíe su forma de hacer las cosas en su búsqueda de la crianza óptima, y sufre mucho pensando si lo estará haciendo bien o no. Un día se fija en los animales: las gallinas, las vacas, las musarañas y las leonas, que siguen su instinto ancestral y son madres perfectas. Jamás dudan, jamás actúan de manera arbitraria o incoherente y desde luego, nunca malcrían a sus hijos consintiéndoles demasiado o alejándolos antes de que estén preparados. Su aportación de contacto físico es continua, tal y como les dicta su instinto. También del mismo modo siguen su instinto otras madres humanas en algunos sitios del planeta, donde los bebés son llevados a la espalda, duermen siempre en compañía hasta que son los suficientemente mayores para arreglárselas solos, las lactancias son prolongadas y sus llantos siempre son atendidos, tal es el caso de los ¡kung en África o de algunas tribus inuits del Norte de Canadá. En estas tribus, por cierto, los casos de cólicos son casi inexistentes y la salud emocional de sus individuos es notablemente superior a la de la media occidental.

Como conclusión parece ser que tocar, coger y abrazar a los bebés es una de las mejores cosas que se pueden hacer para garantizar su correcto desarrollo emocional y afectivo y toda una inversión para el futuro: está escrito en el instinto de cualquier mamífero saludable. Así que, como alguien decía una vez `cree en el llanto de tu hijo, abrázalo, consuélalo, tenlo cerca de ti y no le niegues ni un solo abrazo, ni una sola vez le escatimes tu contacto, porque para un bebé pequeñito el ansia de ser cogido puede ser tan acuciante como la necesidad de comer ´.

Natalia Suárez Acero
Farmacéutica. Especialista en nutrición infantil.
Instructora de Masaje infantil de Asociación Española de Masaje Infantil
www.centrotea.com

sábado, 16 de febrero de 2008

Bebés de alta demanda


Otro texto del doctor Sears, traducido por Selenita, traído desde dormir sin llorar
Imagen de Patricia Metola


10 CARACTERÍSTICAS DE UN BEBÉ CON ALTA NECESIDAD

- INTENSIDAD Estos bebés ponen más energía en todo lo que hacen: lloran muy alto, comen vorazmente, sonríen con gusto y protestan con más fuerza si sus necesidades no son cubiertas a su satisfacción.

- HIPERACTIVO Relacionado con la intensidad arriba referida. Causa hipertonía muscular. Les va por ello muy bien el contacto físico, que les relaja.

- ABSORBENTE ¿sientes que tu bebé te "chupa" toda tu energía?

- MAMA FRECUENTEMENTE Eso significa que hay días que dudas ¿me habré convertido en un chupete humano? o que puede llegar a mamar cada hora, o cada 20 minutos, o cada... nadie le dijo a este bebé que los bebés maman con regularidad

- DEMANDANTE Si sientes que nunca llegas lo suficientemente rápido junto a él, sus demanadas tienen un caracter de "urgencia" exagerada y a las 5 de la tarde todavía no te has podido duchar por atenderle.

- DESPERTARES FRECUENTES Un bebé que necesita más de todo menos dormir; se despierta cada hora, por la noche puede ser deseperante. Y como se te ocurra toser o estornudar allí estará con sus ojitos abiertos.

- INSATISFECHO Has probado todo y nada funciona¿seré una madre incompetente? No, estos bebés son así, tendras que jugar a prueba y error constantmente. cuando atines con lo que le pasa, no te olvides de felicitarte.

- IMPREDECIBLE Lo que ayer funcionaba hoy no sirve . Vuelve a leer el punto anterior y deja de pensar qué estás haciendo mal.

- HIPERSENSIBLE Se excita con cualquier cosa. Están siempre en estado de alerta, ruidos normales les sobresaltan. Muy empáticos.

- PIEL CON PIEL No les basta con que mamá esté cerca, quieren tocarla, adsí que quieren brazos, dormir con ella... extraen del entorno el máximo contacto físico posible

- NO SE CALMAN SOLOS No solo necesitan ayuda para dormirse, como cualquier bebé; tambien la necesitan para seguir dormidos.

- SENSIBLE A LA SEPARACIÓN La canción "Only you" es su tema favorito. Parecen vivir en una eterna fase de angustia de separación.

21 CONSEJOS DE SUPERVIVIENCIA

1. CONSIDERA TUS NECESIDADES. tú tambien tienes tus necesidades, por resumir: una madre muerta no le será de utilidad a tu bebé, luego no te olvides de tí. Haz una lista con tus necesidades y otra con las de tu bebé. Encuentra modos de satisfacer c9sas de las 2 listas a la vez. Ej: pasear con bandolera te permite satisfacer tu necesidad de salir fuera de casa, y la del bebé de estar en contacto contigo.

2. PERMITE AL BEBE ALGUNA FRUSTRACIÓN Estar disponible constantmente forma parte del contrato bebe-madre, pero una madre resentida o martir verá mermada su competencia y no ayudará al bebé en su desarrollo. Una vez que conozcas tus límites, estarás motivada para encontrar el modo de atender a tu bebéy él captará pronto el mensaje: la vida es más agradable cuando mamá es feliz.

3. HAZ DEL DORMIR UNA PRIORIDAD Duerme cuando tu bebé duerma y resisite la tentación de ponerte a arreglar la casa.

4. PRACTICA LA ESCRITURA TERAPÉUTICA Escribir te dará oportunidad de revisar cuales son tus sentimientos acerca de tí, tu bebe y tu maternidad. Haces revisión de tus procedimientos y evluas que funciona y que no.

5. SE POSITIVA, BUSCA LAS CUALIDADES DE TU BEBE. Todas esas características tan "negativas"... son semillas que bien regadas se convertiran en cualidades positivas. Tu bebé sabe lo que necesita y sabe pedirlo. Disfruta de que quiera estar tanto tiempo contigo. Mama tan frecuentemente que eres toda una experta en lactancia... Una vez que has empezado a ver las cualidades de tu bebe, lamaterniadad se hace mucho más fácil y llevadera.

6. SE PACIENTE. Una flor no se hace y se abre en 2 días. Y aunque no puedas hacer nada más de momento,a tu bebé ya le sirve el hecho de que esté "ahí" con él.

7. CENTRATÉ EN LO IMPORTANTE déjate llevar por la corriente de los acontecimientos, céntrate en lo importante y no pierdas energia con pequeñeces.

Aviso sobre familiares y amigos. Uno de los puntos m´s difíciles de manejar son las críticas constantes de familiares y amigos que no saben nada de este tipo de niños y consideran que son "malos" y que vosotro no lo estais haciendo bien. ej: "es muy demandante", pues respondes"no, es que sabe lo que quiere y es muy entusiasta pidiéndolo". Remarca sus cualidades ante otros.

8. DATE CUENTA DE QUE TU BEBE ES UNICO. Olvidate de esquemas preconcebidos y mira como es el bebé que tienes realmente. Intentar que se adapte a esos esquemas te hará perder eltiem0po miserablemente. Céntrate en encontrar las estrategias que funcionan con tu bebé.

9. NO LO COMPARES CON OTROS BEBES Es fácil concluir que lo estás haciendo mal cuando tu bebé no duerme tanto como los otros bebés, o no se está quietecito como los demás. Tu bebé tienes unas características, nada más, que no son ni buenas ni malas en sí mismas. Pasa de etiquetas.

10. SAL DE CASA Para un bebé el hogar es donde esté mamá. El espacio abierto del parque permite al bebé desfogarse y a la mamá relajarse.

11. SI TE RESIENTES HAZ CAMBIOS. ¿Empiezas a estar resentida con tu bebé, tu maternidad...? Introduce algún cambio en tu estilo de maternidad que te permita salir de ahí. Continuar con un estilo que fuciona para tu bebé pero no para tí al final no funcionara para ninguno de los dos.

12. CONSIGUE AYUDA Pronto te darás cuenta de esto. Averigua con quienes puedes contar y para qué.

13. ENCUENTRA UN GRUPO DE APOYO O CREA UNO. Rodéate de padres que estén pasando por los mismo. Podreis intercambiar trucos, ideas... Y recibir apoyo sin ser juzgados.

14. TAREAS COMPARTIDAS CON EL PADRE. Una maternidad que involucre al padre aportará: a ti, una ayuda muy necesitada; alpadre, estar más cerc de su bebé y desarrollar sus propias técnicas parentales; al bebé, variedad de técnicas que le hacen sentirse bien, y que sólo el padre le puede dar.

15. PLANIFICA POR ANTICIPADO. Aprende a anticiparte a las necesidades de tu bebé, lo máximo que puedas, para evitar las dificultades en la medida de lo posible. Después de unos pocos meses sabrás a qué horas tu bebé es más manejable y podrás planificar tu día en función de esto.

16. MIRA A LARGO PLAZO. ¡No va a durar siempre! Y si no te obsesionas, verás como sí hay progresos.

17. MIRA CON LOS OJOS DE TU BEBE. Tu hijo se derrama el zumo sobre la camiseta cuando vais a salir. “Qué oportuno, qué desastre...” esas son las consideraciones desde el punto de vista adulto. En lugar de seguir rumiando sobre ellas ponte en el lugar de tu hijo y considera los efectos de la situación sobre él. Un cambio de camiseta desde una postura relajada te hará perder menos tiempo que si le abroncas, se pone a llorar, le cambias la camiseta de malos modos y terminas consolándole. Y tu hijo agradecerá tu comprensión .

18. CAMBIOS GRANDES, GRADUALMENTE. Estos bebés son lentos para adaptarse a los cambios. Ej. Una mudanza. Prepárale para el cambio enfatizando lo positivo: nuevo cuarto, nuevos amigos, nueva escuela, un bonito parque cerca de casa... Déjale ayudarte a preparar los paquetes de la mudanza. Empaqueta sus cosas las últimas y desempaquetalas las primeras. Espérate alteraciones en su comportamiento por el estrés de la mudanza. Cuanto más rápido vuelva todo a la normalidad, antes volverá su comportamiento a ser el antes.

19. TU ERES TAMBIEN UNA MADRE CON ALTAS NECESIDADES. Así que necesitas: más comprensión, más coraje, más ayuda y menos críticas. En realidad “Alta Necesidad” no se refiere solo al bebé, sino que describe las relaciones bebé-`padres. “Familia de Alta Necesidad” lo describe mejor.

20. NO ES CULPA DE NADIE. Tener un bebé de alta necesidad no es algo problemático realmente. Tu bebé tiene su personalidad y tú tienes la tuya. La clave está en acoplarlas para no andar chocando continuamente.

21. ESTUDIA A TU BEBE. Un padre sabe un montón acerca de la paternidad...respecto de sus propios hijos, pero eso no significa que te sirva a ti. Un profesional sabe mucho por la interacción con muchos padres e hijos. Muchos consejos, y unos los encontrarás más útiles que otros. Olvídate de artículos tipo “10 formas fáciles de ser mamá”. Observar a tu bebe, anticipar sus necesidades, usar tu intuición hasta que tu empatía te sincronice con tu bebé, te llevará a no necesitar consejos y a confiar en ti misma.

miércoles, 13 de febrero de 2008

6 FORMAS DE AYUDAR AL NIÑO ENFADADO



Este texto está sacado de la página web del doctor sears. La verdad es que habla un poco de todo, de niños enfadados, pero sobre todo de padres enfadados. Queda un poco rara la mezcla (sobre todo en relación al título que tiene el texto), pero bueno, algunas cosas de las que dice son interesantes, y ya que lo he traducido (de forma rápida y amateur, por supuesto) pues lo subo.


Ilustración de Miguel Tanco


Aunque ninguna persona ni familia está a salvo de la ira, hay algunas formas en las que puedes ayudar a tu hijo a manejarla.


1. AYUDA A TU HIJO A SENTIR PAZ INTERIOR

Diversas investigaciones han demostrado, y nuestra experiencia lo confirma, que tanto los hijos que se sienten conectados como sus padres se enfadan unos con otros menos. El hijo conectado, que crece con sensación de bienestar, tiene un modelo de paz. Él se enfadará, pero aprende a manejar ese enfado de forma de tal forma que esa ira no se apodere de su personalidad. Los padres conectados conocen bien a su hijo, así que tienen menos tendencia a generar situaciones que les lleven a ellos y a sus hijos hacia el enfado. Los padres que crían con apego saben que no es necesario ser severo para mantener el control.

Los niños no conectados actúan desde una confusión interior. En su interior, el niño siente que le falta algo importante y la ira se apodera de él (Este sentimiento puede continuar una vez es adulto). Este vacío es probable que se revele en sí mismo como rabia hacía sí mismo y sus padres, llevando a todos hacia el riesgo de convertirse en una familia irritada.

2. NO DEJES QUE TU HIJO CARGUE CON DEMASIADA RABIA

Anima a tu hijo a reconocer cuándo está enfadado, empezando desde bien pequeño. Escúchale con atención, ayúdale a trabajar esos sentimientos. Ante una audiencia dispuesta, que empatiza en vez de juzgar, los niños a menudo hablan de lo que llevan dentro. Nuestro hijo de ocho años, Matthew, insistía en ver cierto programa de TV. Yo no estaba de acuerdo y él se enfadó. Matt sentía que tenía que ver ese programa. Yo sentía que el contenido del programa era perjudicial para su crecimiento y su harmonía familiar. Escuché atentamente y sin juzgar lo que matt suplicaba. Una vez habló, también lo hice yo. Con calma, expuse mi punto de vista, transmitiendo a Matt que entendía su punto de vista aunque no lo compartía. Le hice varias preguntas como “Por qué el programa es tan importante para ti?” “ Puedes pensar en alguna actividad más divertida que ver el programa?” “Matt, entiendes por que no quiero que veas el programa?” “Estás aburrido? Si es así, yo tengo una idea…”. Gradualmente Matt se dio cuenta de que el programa no valía la pena. A medida que el diálogo fue continuando, sus ojos se secaron y su cara se fue relajando. Esto seguro también de que el número de pulsaciones bajó. Finalizamos riéndonos de la situación, de cómo un estúpido programa le había hecho sentir ira. Salimos a jugar fuera.

3 BUSCA DEBAJO DEL “MAL” CHICO

Los niños que habitualmente se portan mal son normalmente niños enfadados. Si tu hijo parece “malo” todo el tiempo o tú “no sabes qué más hacer” o tu hijo parece retraído, busca debajo de la superficie lo que está haciendo sentir rabia a tu hijo. Realizando counselling a padres de estos hijos, me he encontrado con dos causas: hay mucha rabia en la familia – madre y/o padre están al borde todo el tiempo y los chicos incorporan esos sentimientos como parte de sí mismo; o el chico se siente enfadado porque su sensación de bienestar está amenazada. Ayudar a chicos que se portan mal repetidamente o parecen “malos” más que “buenos” a menudo empieza por una revisión de toda la familia. Haz inventario de las influencias en la vida de tu hijo. ¿Qué hace crecer su autoestima? ¿Qué la hace disminuir? ¿Qué necesidades no están siendo reconocidas? ¿Qué tipo de ansiedad interior es la raíz de su ira? La rabia es sólo la punta de iceberg y avisa de las necesidades de las que nos tenemos que ocupar bajo la superficie.

La rabia interna a menudo hace que un niño se retraiga. En una lucha para rechazar los ataques a su tambaleante autoimagen, este niño se pone una coraza protectora. En la superficie puede parecer calmado, pero dentro de él hay una válvula a presión de emociones que necesitan ser encauzadas o reconocidas. Para mantener el control, el niño se retira, evitando la interacción que puede dispararle. Por este motivo, recomendamos poner los ojos dentro de la mente de vuestros hijos- las cosas pueden parecer diferentes según la perspectiva desde la que se mire.

Para un niño es devastador sentir que es “malo”. A no ser que ese sentimiento se invierta, el chico crece actuando tal y cómo se espera. Para sacar ese sentimiento de ser “malo” puedes intervenir de forma tranquilizadora “tú no eres malo, sólo eres pequeño, y las personas pequeñas a veces actúan de forma boba. Pero papá te ayudará a dejar de actuar así y así crecerás sintiendo que eres la maravillosa persona que sé que eres”. Esto manda el mensaje a tu hijo de que te preocupas en buscar al buen chico debajo del mal comportamiento.

4 LA RISA, LA MEJOR MEDICINA ANTE EL ENFADO

El humor difumina el enfado. A nuestros hijos les encantan los espaguetis (cuanto más mancha la salsa, más les gustan). Una vez, durante la cena, dejamos como encargados a los mayores de los dos pequeños (2 y 5 años) que estaban jugando con su comida. Como a menudo pasa en las familias numerosas, el mayor delegó la responsabilidad en el siguiente, y así respectivamente. Lauren y Stephen al final estaban sin nadie que les supervisara, así que hubo frenesí a costa de los espaguetis. Cuando descubrimos lo que había pasado, preguntamos a los mayores. Nosotros les gritamos y ellos se gritaban entre sí. Lauren y Stephen se esforzaron por enseñar a sus hermanos mayores su salsa cubriendo sus mejillas, pelo, frente. Todos comenzamos a reir y trabajamos juntos, con buena actitud, en limpiar a los niños y todo el follón. Ahora, cuando delegamos la autoridad, tratamos de estar seguros que el niño tiene una edad suficiente para asumir la responsabilidad.

5 MODELA EXPRESIONES APROPIADAS PARA EXPRESAR ENFADO

El enfado expresado de forma inapropiada bloquea tu habilidad para enseñar de forma efectiva. Por ejemplo, tu hijo de 4 años hace algo sin sentido. Cubre al perro con salsa de espaguetis, y el perro acaba dejando sus huellas llenas de salsa en la alfombra blanca. Este no es el momento de estallar. Cuanto más grave es la situación, más necesario se hace tener la mente clara para evaluar las opciones y manejar la situación. Cada situación es diferente, y debes ser capaz de pensar de forma clara para poder reaccionar de la forma que se adecúe mejor a la situación. La rabia nubla la capacidad de pensar. Las cosas dichas sin pensar a consecuencia de esa rabia hacen que las situaciones se vayan de las manos. Pegas al perro (lo que causa que corra por la habitación, manchando más con la salsa que lleva en el pelo); le das una palmada en el trasero al niño y lo mandas a su habitación (lo que te deja limpiando todo el desastre solo). En ese momento todo el mundo se siente maltratado. Un enfoque menos desbocado usando la cabeza y unas dosis de humor: rápidamente agarras al perro y lo llevas al baño, pidiendo al niño que te acompañe (con la voz más suave posible) a limpiar al perro y la alfombra. Tu hijo aprende cómo manejar una crisis y cuánto cuesta limpiar una situación semejante. Una rabieta por tu parte no va deshacer lo ocurrido, sólo a agravarlo.

El enfado pone una barrera entre padres e hijos. Nuestros hijos nos enseñaron esa lección. Vimos que existía distancia entre nosotros y nuestro hijo de 17, Peter. No nos estábamos comunicando con facilidad. Nuestra, por aquel entonces, hija de 14 nos dijo: “Él se queda en su habitación para escapar de los gritos. Se siente mal porque estáis enfadados y gritais”. Nosotros no nos habíamos visto a nosotros mismos como unos padres enfadados, como una familia gritona, pero Peter sí lo vivía así, así que evitaba la interacción con la familia para preservar su paz interior. Hayden nos explicó en dos palabras cómo el enfado distancia, especialmente con chicos como Peter, de carácter tranquilo. Hayden nos hizo replantearnos cómo expresábamos nuestras emociones. Tuvimos una reunión familiar, para comentar que los gritos parecían un problema que nosotros necesitábamos solucionar, nos disculpamos por ellos y hablamos sobre cómo cambiar.

También queríamos que nuestros hijos se sintieran seguros para acercarse a nosotros, sin importar que habían hecho o cómo se sintieran. Así que nos prometimos eliminar el factor miedo: “Este es el acuerdo. Prometemos no interrumpir mientras estáis hablando. Escucharemos con calma todo aquello que queráis decirnos. No gritaremos”. No cambiamos de la noche a la mañana, y aún “explotamos” de vez en cuando. Cuando esto ocurre, nos disculpamos y nos movilizamos. Las muestras de enfado asustan a los niños y les ponen a la defensiva. Ellos retrocederán a un caparazón protector o crecerán asumiendo ese enfado como parte de su personalidad. Una vez se eliminó la barrera del miedo, Peter empezó a salir de su habitación. Y continuamos trabajando en nuestra forma de comunicarnos. Aprendimos a decir de forma calmada: “me siento enfadado cuando tú…” Los niños y las parejas necesitan saber qué te hace sentir enojo. Ello no necesitan ver tu rabia explotando en ellos.

Los niños pequeños se sienten devastados ante las muestras de rabia fuera de control de sus padres. Sienten que sus padres han dejado de quererles, que les van a herir o dejar. Tú no quieres que tu hijo vea sus sentimientos alterados porque está asustado de qué puede hacerte perder el control. Los adultos deben ser responsables de controlarse a sí mismos. Los niños no deberían estar en una situación donde se les haga sentir responsables del control de la rabia de los mayores. Eso introduce patrones disfuncionales en el crecimiento de tu hijo. Si tu enfado está fuera de control y estás asustando a tu hijo, busca ayuda. Tienes que aprender que no es erróneo sentir enojo, incluso siendo adulto (recuerda, tienes corazón). Desgraciadamente a muchos de nosotros nos enseñaron de niños que los sentimientos negativos son malos, pecaminosos o espantosos. El enfado en sí mismo no es algo malo- es una respuesta normal. Lo que puede llegar a ser muy malo es lo que hacemos con ese sentimiento. Permanecer en calma aparente ante cualquier sentimiento (rabia, miedo, incluso amor) es una medida de madurez emocional. Tu hijo aprenderá cómo manejar su enfado viendo cómo lo manejas tú. Nuestra meta es conocer y comunicar nuestros sentimientos (de esta forma nuestros hijos verán que somos personas) y al mismo tiempo enseñar en qué tipo de personas queremos que se conviertan.

Si tu hijo y tú tenéis una relación sana, no te preocupes porque un arrebato ocasional vaya a dañar a tu hijo. En realidad, es saludable que sepa que estás enojado o rabioso, siempre que no dañe a tu hijo. Un ejemplo de cómo una madre (ella y su hijo tienen una relación sana y basada en el apego) manejó su rabia:

Cuando mi hijo tenía 3 años, me sentía exasperada por su comportamiento. Se encontraba en lo que mi marido y yo llamamos un “descenso” : una bajada temporal de madurez y juicio. Ese día estaba especialmente chinchoso. Después de varios “tiempos muertos” le llevé a su habitación. Le senté en la cama. Corrió hacia la puerta. Lo intenté de nuevo, con más firmeza. El hizo lo mismo. Le senté de nuevo en la cama y le dije: escucha! Crees que para mí esto es un juego? No lo es! De hecho, odio hacer esto! Sabes por qué estoy aquí? Sabes por qué me voy a mantener así hasta que hagas lo correcto? Porque te quiero y no me voy a quedar parada viendo como creces y actúas como un imbécil!” Estaba furiosa y no podía parar de decir “te quiero” con ira.
Pero cuando Sammy oyó la palabra “imbécil”, empezó a reir. No fue una risa tipo “qué me va a pasar?”, sino una risa sincera, de algo divertido. Me dí cuenta de que nunca había oído la palabra “imbécil” antes. ¿Qué pensaría que quería decir?. Tomada literalmente, supongo que se hizo una imagen mental bastante cómica. Esta pequeña situación nos dio la oportunidad de tomarnos un respiro, calmarnos y resolver la situación con “te quieros” calmados y abrazos.
Al relatar esta historia quiero resaltar que puedes leer todo sobre como enseñar a tu hijo lo que es correcto, pero en el corazón de la batalla, cuando tienes pocas municiones, quedas sólo tú, diciendo lo que piensas. Es arriesgado, de acuerdo, y potencialmente dañino si se te va de las manos. Pero a veces será la única forma de entrar y cambiar la situación.

6. ALIGERA EL PERFECCIONISMO

Los niños necesitan aprender que no pasa nada por equivocarse. Puedes modelar las ansias de ser perfecto de tu hijo, manejando tus errores. Tiras tu café, te ríes de ello. “creo que hoy he ganado al señor desorden hoy”. No despotricas si te olvidas la lista de la compra en casa. Los niños necesitan saber que los mayores también cometen errores. Esto es especialmente cierto en el perfeccionista que puede sentir que la aprobación , y por ello su valor, depende de estar libre de errores en casa y en el colegio. Nos dimos cuenta de que Matthew era muy duro consigo mismo si no hacía las cosas de forma perfecta. Nos dimos cuenta de que estaba captando nuestra tendencia a enfadarnos por nuestros propios errores. Una vez vio que nos relajábamos con nosotros mismos, lo hizo consigo mismo. Los errores son una buena forma de aprender, y aprendemos mucho en nuestra familia. Cuando uno de nosotros se equivoca, seguro que alguno de nosotros comenta: “ahora, qué podemos aprender de esta situación?” Si se pulsa el botón de la ira, esto no funciona. Ten cuidado de no reaccionar con rabia cuando alguien derrama la leche o rompe sus pantalones. Simplemente dí “Ahora qué podemos aprender?” Entonces, quizás hasta os riáis. La risa hace gran parte del trabajo, aunque tú fueras castigado por cada error cometido de niño.

domingo, 10 de febrero de 2008

Escuchar a los niños


Precisamente hoy andaba escribiendo sobre las dificultades que tenemos los adultos para aceptar el no de los niños, cuando exigimos que nuestros noes (ya sean transmitidos a través de la palabra no, de otras palabras que positivizan el no, o bien a través de la redirección de comportamientos) sean escuchados y me atrevería a decir que "acatados" (más que nada, sino, empezamos a ver que nos quedamos sin recursos, nos entran los nervios...). Creo que es necesario también aprender a aceptar el No de nuestros hijos, por varios motivos. Pensaba en cómo a veces nuestros hijos nos marcan sus propios límites también. Y eso me llevaba, entre otras conclusiones, a la importancia que tiene escuchar a nuestros hijos para no convertir todo esto en luchas absurdas. Y justamente me ha llegado a través de la lista de El parto es nuestro el enlace a un boletín que se publica en Barcelona, Toc-toc, con un artículo de Laura Gutman. Supongo que el original fue escrito en castellano, pero no lo he localizado en la red. Así que he hecho una de mis traducciones rápidas.


Ilustración de Patricia Metola

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El problema de los niños “caprichosos”, que “no tienen límites” o que “se portan mal” es un problema falso. En realidad, lo que necesitamos abordar es la discapacidad que tenemos los adultos para comunicarnos con los niños. Por eso necesitamos escucharles, reconocer nuestras propias necesidades y las de ellos, y comunicarnos verbalmente legitimando lo que nos pasa. Entonces podremos buscar acuerdos entre el deseo de uno y el deseo del otro, buscando creativamente una manera de respetarnos.

Siempre me ha llamado la atención que no consideremos necesarios los acuerdos con los niños. Por ejemplo: un niño nos pide que le expliquemos un cuento antes de ira dormir. Le decimos que se tiene que lavar los dientes. Se enfada. Discutimos. Ni se lava los dientes, ni le explicamos el cuento. Por la noche se hace pipí. Todos nos sentimos confundidos y amargados. Una opción posible es tener en cuenta la demanda original, formulada bajo la forma desplazada de explicar un cuento.

Reconocemos que hemos trabajado todo el día, que el niño pequeño nos echa de menos, que quiere un momento de intercambio sólo, que ya no sabe como pedirlo. Aquí los adultos contamos con la palabra mágica: “ah… ¿quieres que te explique un cuento? ¿qué te parece si nos lavamos los dientes?” o bien, “yo también tengo muchas ganas de estar un rato tranquila contigo” o, incluso, podríamos dejar el lavarse los dientes para otro moemtno. Si los niños piden que les expliquemos un cuento, tengámoslo en cuenta! Pactemos teniendo en cuenta lo que ellos necesitan y lo que nosotros los adultos estamos en condiciones de ofrecer: ponerse de acuerdo significa acercar posiciones. Una vez hemos accedido a la petición desplazada, tenemos que ir a buscar la petición original. Esta cuestión requiere un conocimiento genuino sobre las necesidades básicas de los más pequeños. Los adultos solemos considerar que “ya son demasiado mayores para…” creemos que tendrían que hacer lo que sea que aún les resulta difícil como habilidad: jugar solos, no chuparse el dedo, permanecer en fiestas de cumpleaños sin nuestra presencia, dejar el biberón, no interrumpir cuando los mayores hablan, etc. No obstante, los niños que “no hacen caso” generalmente provienen de hogares donde la presencia compresa de los padres es escasa.


En cambio, escuchar a los niños e intentar una comunicación honesta con ellos requiere un mínimo de dedicación: o nos disponemos a buscar un rato largo por el día para alimentar las relaciones afectivas con nuestros hijos o la vida cotidiana se convierte en un infierno de prohibiciones. No hay niños difíciles, hay adultos a los que nos resulta más fácil desplegar nuestra energía y nuestros intereses en otros ámbitos.

Cuando las familias consultan por los “niños que no tienen límites” suelo sugerirles una tarea muy difícil: que se organicen para permanecer 15 minutos al día sentados en el suelo de la habitación de su hijo o hija sin hacer nada. Sólo observándoles y estando disponibles. En la siguiente entrevista que tenemos solemos comentar los resultados. Aunque parezca increíble, casi nadie lo consigue. Porque suena el móvil, o han vuelto tarde de una fiesta de cumpleaños, o han ido a comprar, o se ha enfermado la abuela. De esta forma podemos, al menso, reconocer los obstáculos emocionales que la mayoría de los adultos tenemos para ocuparnos 15 minutos al día exclusivamente para nuestros hijos e hijas. La realidad es que los niños esperan. En la vida cotidiana el instante de “estar con los padres” parece no llegar nunca.

Si por casualidad el niño está entretenido, “aprovechamos” para “huir” a preparar la cena. Entonces el niño interpreta que “cuando estoy tranquilo y juego solo, pierdo a la madre o el padre”. En cambio si molesto “tengo al padre o a la madre”. Cada niño “caprichoso” es en realidad un niño que necesita más padre o madre, necesita un adulto que se pare, que encuentre “un límite” en su vertiginosa forma de actuar. Estamos preocupados por la educación de nuestros hijos e hijas, preguntándonos cómo hacer para que se porten bien, sean amables y educados y puedan vivir según las normas de nuestra sociedad. No obstante, estos “resultados” no dependen tanto de nuestros anhelos, sino de lo que comunicamos genuinamente. Para ello se requiere un trabajo de introspección permanente. No podemos pretender que los niños pequeños expliquen sencillamente aquello que les pase, si no les escuchamos. Tampoco serán capaces de hacerlo si no les explicamos qué nos pasa. Y aún peor, nosotros no sabemos hablar con ellos, porque ni siquiera nos entendemos a nosotros mismos. Pero sólo será posible llegar a acuerdos si tenemos presente el conocimiento y aceptación de aquello que nos sucede a todos. De esta forma será factible experimentar encuentros armoniosos y tiernos. En lugar de hablar “de estos niños que se portan mal”, hay que considerar nuestros modelos de comunicación, la confianza con la que nos dirigimos hacia nuestros niños, la búsqueda de nuestra verdad y el ejercicio de hablar con la verdad personal cada día, a cada instante, con cada uno de los niños. Este entrenamiento requiere valentía , ya que a veces tenemos que deshacernos de modelos antiguos aprendidos en la infancia, que perpetúan autoritarismos, miedos y enorme desconocimiento del alma humana.

En la práctica cotidiana de la escucha constatamos que las “luchas” contra los niños se suavizan, aparece la comprensión y la aceptación de las diferencias y el verdadero sentido personal que tiene para cada uno de nosotros la vida compartida con nuestros hijos e hijas.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Autorregulación y lactancia materna


Estíbalitz Vegas González
Licenciada en Psicología
www.adorepsicoterapia.com


Reich formuló su Teoría de la Autorregulación en oposición al psicoanálisis y su Teoría de la Frustración. Según la Teoría de la Frustración para que un niño avance en su desarrollo es necesario frustrarle, porque sino, no pasaría a la etapa siguiente, se quedaría siempre atascado en el Principio del Placer y no accedería al Principio de Realidad. Según OTTO FENICHEL, psicoanalista, es necesario “enseñar al adulto la conducta apropiada” porque “los instintos pueden ser peligrosos” y necesitan de un control por parte del exterior. Es por ello que los psicoanalistas, aunque varían en cuando al tiempo recomendado de lactancia, hablan siempre de un destete precoz (dentro del primer año de vida). Por ejemplo, WINNICOT recomienda el destete en torno a los 9 meses. La Teoría de la Frustración parte de la idea de que los niños no saben y hay que enseñarles, hay que marcarles el camino para que lleguen a ser seres sociales, a dormir correctamente, a comer lo debido, ... . Estas ideas están detrás de la mayoría de las costumbres en torno a la crianza que vemos a nuestro alrededor. En el fondo hay una desconfianza hacia el niño, se piensa que si se respetan sus necesidades no va a ser capaz de ser autónomo, no podrá salir de la fusión.

Sin embargo, en la práctica se observa que cuanto mas placer ha podido disfrutar un niño, mas creativo se muestra, mas alegre, con mas capacidad para salir de situaciones negativas, para reivindicar lo positivo, para ser sociable, ...Para lograr la independencia es necesario un largo periodo de dependencia, que no interesa a nuestra sociedad.

Reich, que fue también en su inicio psicoanalista, se separó con el tiempo de las ideas de Freud. Hasta entonces el psicoanálisis ortodoxo había observado tan sólo lo que en su época era habitual. Reich tiene en cuenta también los datos aportados por los estudios antropológicos (Malinowsky, ...), a través de los que conoce otros tipos de crianza y sociedades. También sus descubrimientos en su labor como terapeuta le llevan a separarse del psicoanálisis tanto en su forma de trabajar como en la explicación del origen de los problemas (además, en el trabajo en terapia con adultos puede verse con claridad lo que no hay que hacer con los niñ@s). Posteriormente Reich también amplió sus investigaciones con la observación del desarrollo de niñ@s en ausencia de intervenciones externas innecesarias y en condiciones idóneas, para tener mas datos acerca del niño sano (hasta entonces sólo se había prestado atención a los posibles trastornos y alteraciones, al niño enfermo, y no al sano).

La Autorregulación es la capacidad, presente en todos los seres vivos (unicelulares y pluricelulares), de regular espontáneamente las propias funciones vitales, de conectar con las propias necesidades básicas y buscar su satisfacción. Por necesidades básicas entendemos el alimento, el descanso, la actividad sexual (cuando hablo de actividad sexual, no me refiero a actividad genital exclusivamente, sino a la sexualidad en un sentido amplio, a todo lo relacionado con el placer) y la vivencia de seguridad afectiva (Ej.: Llevar a los bebes en brazos era una necesidad primaria para defenderlos de los depredadores). Cuando Es decir, como seres vivos que somos, nacemos con la capacidad de saber qué es lo que nos da placer, seguridad, lo que nos nutre, lo que necesitamos dormir, ... y de dar los pasos necesarios para lograrlo. Todas estas cosas no se aprenden, ya las sabemos, y cambian en función del nivel de maduración. Y desgraciadamente, si esta capacidad de autorregulación no se puede ejercer debido a intervenciones exteriores, se puede perder. Autorregulación es algo que viene de dentro, y se opone a “Educación”, que es algo que viene de fuera.

Pues bien, en el inicio de la vida extra-uterina, la lactancia materna es el medio a través del cual los bebés cubren todas las necesidades primarias mencionadas: les proporciona alimento, seguridad, afecto, placer y descanso (los bebés en general se duermen al pecho).

Tanto la O.M.S. como UNICEF recomiendan un mínimo de 6 meses de lactancia exclusiva a demanda, y un mínimo de dos años de lactancia combinada con otros alimentos. La lactancia materna compensa la inmadurez de su sistema inmunológico y es sin duda el mejor alimento para el bebé, que se adapta además a sus necesidades cambiantes. Cualquier leche de fórmula no hace sino intentar imitar a la materna. Además la leche materna no es siempre exactamente igual: la del inicio contiene mas agua, la que viene a continuación mas cantidad de proteínas y la del final es mas grasa. Esto hace posible que el bebé pueda regular su ALIMENTACIÓN a través de la duración de sus tomas, del tiempo que pasa sin mamar, mamando de un pecho o de los dos, ... siempre que no introduzcamos elementos extraños (chupete, biberón, ...) o intentos de control externo (reloj, ...). Además como la producción de leche materna se origina en función de la succión, nos encontramos con que cada madre produce la cantidad de leche que su hijo, y no otro (todos somos distintos), necesita. Si sus necesidades de nutrientes se incrementan, mamará mas frecuentemente una temporada hasta lograr un nuevo equilibrio.

La lactancia materna también produce PLACER. En el inicio de la vida la boca es el lugar del cuerpo mas cargado energéticamente. El bebé, cuyo desarrollo es cefalo-caudal (es decir, madura primero sus ojos, su boca, ... después sus brazos y mitad superior del cuerpo, ... y por último sus piernas ya cercano al año de vida), se relaciona con su entorno principalmente a través de la boca. A través de la boca conoce el mundo y su propio cuerpo (primero los dedos, las manos, luego los pies, ... y poco a poco cualquier otra parte del cuerpo u objeto al que pueda tener acceso), y esta experimentación le produce placer. En palabras de Michel ODENT, “La sexualidad es un todo, en todos los episodios de la vida sexual, nacimiento, lactancia, ... son las mismas hormonas (oxitocina, prolactina, endorfinas, adrenalina) las que están implicadas y el mismo escenario el que se reproduce”.

De hecho, cuando la lactancia es satisfactoria, pueden observarse en bebés muy pequeños orgasmos orales (los bebés se sonrojan, los labios comienzan a temblar, los ojos se entornan y acaban relajados y dormidos), que en un inicio los médicos confundieron con ataques epilépticos. Desde el punto de vista Reichiano, el orgasmo es el medio a través del cual regulamos la energía de nuestro organismo, evitando que se acumule energía que podría producir con el tiempo enfermedades.

La lactancia materna también debiera producir placer en las madres (y en muchas mujeres es así), y es precisamente el motivo por el cual se mantiene la lactancia en otras especies mamíferas, es lo que “motiva” a las hembras a amamantar). Los motivos que han llevado a que muchas mujeres no sientan el amamantamiento como una experiencia placentera, e incluso en muchos casos sea vivido como algo incómodo, desagradable o incluso doloroso, es un tema que nos llevaría mucho tiempo y que se relaciona estrechamente con el tipo de sociedad en el que vivimos y el modo en que hemos sido criadas.

Por lo tanto, como relación sexual que es, son muy importantes las condiciones en las que se da de mamar. Es necesario un marco de intimidad en el que la madre y el bebé puedan mirarse relajadamente a los ojos y disfrutar del momento. Una vez mas nos encontramos con que todo en la naturaleza está muy bien pensado, porque los bebés comienzan a enfocar rudimentariamente a una distancia de unos 20 cm, precisamente la distancia que separa los ojos de la madre de los del bebé en la posición de amamantamiento. Por eso una madre que mira amorosamente a su hij@ mientras lo amamanta, previene, tal como afirma Federico Navarro, durante los primeros 15 días de vida el astigmatismo, y durante los primeros meses la miopía.

De hecho, lo primero que hace un bebé al nacer, si el ambiente es lo suficientemente tranquilo y las luces no demasiado potentes, es buscar los ojos de su madre. Busca los ojos de su madre y después su pecho. El mejor momento para comenzar la lactancia es dentro de la primera hora de vida, cuando el instinto de succión es mas fuerte. En ese momento la lactancia no se inicia por hambre (por necesidad de nutrientes), sino por una búsqueda de placer y SEGURIDAD. El bebé acaba de estar unido a través del cordón umbilical a su madre hasta ese mismo momento, por lo que no puede tener hambre. Además, aunque tuviera hambre el calostro no podría saciarle porque, aunque cumple una función muy importante a nivel inmunitario, el calostro no tiene apenas calorías. El contacto de la boca y el pezón y el contacto ocular vienen a sustituir la unión entre la madre y el bebé que durante el embarazo se ha producido a través del cordón umbilical. Por eso proporciona también seguridad. Su madre (sus sonidos, su presencia) es lo único que conoce y su mundo se ampliará muy poco a poco a través de ella. Los bebés necesitan mucho contacto, y ante cualquier susto es lo que les devuelve la calma.

La teta es el recurso mas útil para calmar a un bebé (si la madre está calmada, claro) y el mas recomendable, porque un bebé, especialmente durante el primer año de vida, se ve desbordado por sus emociones para las que aun no tiene filtro ni defensa ninguna (así será hasta que el neocortex se ponga en funcionamiento con la aparición del lenguaje, ...). En palabras de OSTERREICH: “las emociones infantiles, mientras duran, ocupan toda la “escena psíquica”, y no dejan sitio para otros elementos; de ahí su carácter total y absoluto”.

¿Y por qué los bebés necesitan tanto contacto? Los cachorros de cualquier otra especie tienen desde muy pronto diversos recursos con los que defenderse: unos vuelan, otros tiene pinchos, otros veneno, otros se camuflan, otros corren, ... En cambio, dada la inmadurez del bebé humano y el largo tiempo en que esta permanece, la especie humana ha tenido que desarrollar otros recursos para poder sobrevivir. El recurso que ha desarrollado nuestra especie es el vínculo. BOWLBY fue el primer autor que comenzó a investigar sobre el tema y su Teoría del Vínculo es el resultado de ello. El vínculo es un lazo establecido entre dos personas que garantiza la supervivencia de la especie, ya que supone la tendencia natural a lograr y mantener un cierto grado de proximidad corporal con respecto a la figura de apego. La primera hora de vida, tal como afirma MICHEL ODENT, es un momento crítico en el que hay una impronta hormonal que favorece después el vínculo.

También hemos dicho que es el momento crítico para el inicio de la lactancia (una casualidad mas). Pero el vínculo no es algo inmediato, sino que a partir de aquí hay que ir fomentándolo. El contacto corporal tan estrecho que supone la lactancia, asì como las hormonas que se producen durante ella (por ej.: la oxitocina es conocida también como la hormona del amor y la producción de endorfinas hace mas probable que la madre y el bebé deseen permanecer juntos) favorecen el establecimiento de un vínculo seguro.

En realidad cuando hablamos del Vinculo, hablamos de seguridad, pero también y sobre todo de AFECTO. Afecto y seguridad son dos palabras que en las primeras etapas de la vida son prácticamente inseparables. Un niño que se siente querido es un niño que se siente seguro. De la misma manera que no tiene sentido mirar al reloj para ver si es el momento de dar un abrazo, tampoco tiene mucho sentido mirar al reloj para decidir si amantamos al bebé o no. Si nuestra pareja nos pide un beso, no creo que nos daría por decirle, “no, que te acabo de dar uno hace 5 minutos”. La lactancia a demanda va generando una confianza básica en la vida (mis necesidades son atendidas, el mundo es un lugar agradable) y en uno mismo (“de mi depende, yo valgo” o “de mi no depende, y yo no valgo nada”) que suponen el fundamento de la autoestima. Un niño amamantado a demanda con contacto será confiado, sin alto nivel de ansiedad, y buscará la relación con el otro llegado el momento.

Otra de las necesidades básicas de los bebés es el descanso, y si se lo permitimos, los bebés prefieren dormirse al pecho. Este dormirse en la teta no es un capricho, sino que forma parte de los mecanismos de supervivencia de nuestra especie. Un bebé para sobrevivir necesita de su madre, así que no puede permitirse el lujo de quedarse dormido en cualquier parte. Si se “despiertan” de vez en cuando es también para comprobar que su madre permanece por allí. Necesita tener la seguridad de que su madre está cerca para velar su sueño, sino fuera así los depredadores hubieran acabado con los cachorros humanos en un santiamén.Además prolongar el sueño artificialmente es peligroso.

Otra cuestión es ¿hasta cuando?. Como decía al inicio, se recomienda un mínimo de dos años de lactancia, pero la verdad es que los dos años son una época difícil para añadir cualquier cambio importante (destete, la llegada de un hermanito, ...) a los que ya se dan de por sí ( vuelta a la madre, control de esfínteres, comienzo del lenguaje, aparecen los rudimentos del pensamiento racional, ...). YOLANDA GONZALEZ recomienda llevar a cabo el destete cercano a los 3 años porque es mucho mas sencillo. A esta edad la etapa oral finaliza y la succión pasa de ser una necesidad a un placer, que además va perdiendo su fuerza frente a otros placeres (masturbación, juegos sexuales con otros niños) que a partir de ahora tomarán protagonismo siempre que su entorno lo permita. Sin embargo, la lactancia puede aun continuar. Diversos estudios que hacen extrapolaciones a partir de otros mamíferos teniendo en cuenta diversos factores (momento de la salida de los dientes definitivos, peso alcanzado en relación a la del adulto, ...) sitúan el fin de la lactancia en torno a los 6 años.

Resumiendo: La alimentación no es el motivo por el cual la lactancia se inicia, ni tampoco después es su única función. La lactancia proporciona, además de nutrientes, placer y una vivencia de seguridad afectiva. Además la lactancia y otros procesos madurativos se ven estrechamente relacionados y recíprocamente potenciados, permitiendo y favoreciendo la autorregulación de muchos procesos madurativos (desarrollo sensorial, desarrollo psicomotor, influencia de la succión en el sistema craneo-sacral, ...).

De todas maneras creo que amamantar a un bebé no puede ser algo impuesto desde fuera, y hay algunos casos en que puede incluso ser contraproducente si ciertos conflictos personales no han podido ser resueltos.

lunes, 4 de febrero de 2008

18 MANERAS DE DECIR NO DE FORMA POSITIVA

Doctor Sears, traducción de Solecilla para dormir sin llorar

“No” es una palabra cargada de poder, rápida en los labios, fácil de decir. Su hijo oirá esa palabra con mucha frecuencia, y usted la oirá de su hijo también con frecuencia. Es necesario par un padre decir no a un niño, de forma que más tarde el niño pueda decirse no a si mismo. Todos los niños y algunos adultos tienen dificultad para retrasar la gratificación. “lo quiero ahora” es un deseo guía para los niños pequeños. Aprender a aceptar el no de otra persona, es un preámbulo a aprender a decirse no a si mismo. Lo que hace que los niños (y los adultos) se metan en problemas, es una reacción impulsiva a un deseo. Es decir si inmediatamente sin tomarse tiempo para hacer circular el deseo Portu “sensor” interno y considerar la necesidad de decirse no a si mismos.. Aquí expongo como usar esa pequeña palabra, para dar mensajes positivos.

1-. HAGA UN BALANCE:

Demasiados noes o demasiados sies, pueden torcer la autodisciplina de un niño. Es importante conseguir el balance correcto de sies y noes en el entrono de un niño. si usted raramente dice no a su hijo, las pocas veces que lo haga, su hijo se “desintegrará” porque no está habituado a ser frustrado. Si todo el dia está lleno de noes, el niño creerá que el mundo es un sitio negativo, y crecerá siendo una persona negativa. El mundo real está siempre lleno de sies y noes. En algunos hogares, los niños aprenden pronto cual es el padre que dice si, y cual el que dice no. Hasta los diez mandamientos tienen cosas que debes hacer y otras que no.

2-.LOS NO CRECEN:

El arte de decir no crece con su bebé. Durante el primer año, las necesidades de su bebé y sus deseos son lo mismo, así que será usted básicamente un padre de “si”. Durante el segundo año, los deseos del bebé no siempre son seguros o saludables, así que será usted un padre de si y no.
de los 9 a los 14 meses, el decir no es casi seguido, los llamamos noes de baja energía. Entre los 14 y los 18 meses, a medida que los bebés meten la directa, se frustran con facilidad, y fácilmente protestarán al intentar ser dirigidos en una dirección diferente de la que ellos quieren. En este momento, usted necesitará noes de alta energia y soluciones alternativas creativas. Alrededor de los 18 meses es cuando decir no se puede convertir en un asunto a tener en cuenta. Los padres pueden empezar a transmitir una actitud de “así es la vida, y yo confío en que puedas con ella.”. Hacia los dos años, los niños son expertos en decir no.

3-. USE ALTERNATIVAS CREATIVAS AL NO:

una mañana cuando tenia 18 meses, Lauren, que estaba atravesando una fase impulsiva, revoloteaba alrededor de la casa escalando todo y metiendose en todas partes. Se estaba poniendo en peligro y revolviendo toda la casa. Tras el no número 20, yo estaba cansado de oir esa palabra, y mi hija tambien. En la parede de la habitación de uno de mis hijos, hay un poster en el que un gatito atrapado por una pata en lo alto de un arbol dice: “señor, protégeme de mi mismo”. Mi hija necesitaba ser protegida de su propia impulsividad. Necesitaba un cambio de aires. Pasamos el resto del dia fuera de casa. Parques y areas de juego, proveen un espacio y un lugar de sies, en el que correr y escalar. Si se encuentra usted con un niño pequeño, revoloteando de cosa en cosa y con usted persiguiendole alrededor de la casa diciendo no, considere cambiar a algo más divertido: salga, lleve un libro con usted, colóquese en lugar seguro y déjele correr.

TIP DE DISCIPLINA: CUANTO MENOS NO, MEJOR EL DIA PASÓ.

4-. ENSEÑE SIGNOS DE PARAR:

Incluso en los meses tempranos debe enseñar al bebé a reconocer el lenguaje corporal que significa “para”. Su bebé necesita estar expuesto a estos signos de lenguaje corporal antes de oir la palabra no. El primer mordisco en su pezón durante la lactancia, supondrá un signo de ¡hay! en su cara. La primera vez que su bebé alcanza algo peligroso, su cara registrará alarma. Usted obtendrá mejores resultados de sus signos de “parar” si su bebé está habituado al lenguaje corporal positivo, de forma que cualquier cambio, le haga prestar atención. Sus noes serán mas eficaces con el niño pequeño si el ve un montón de lenguaje corporal positivo (mucha aprobación y orgullo, gestos de gusto y placer, contacto ocular, cosquillas y rostros iluminados que dicen”te quiero mucho, eres fantástico”).

Nos hemos dado cuenta de que los niños criados con apego, que pasan muchas horas en brazos y en contacto cara a cara, aprenden fácilmente a leer la cara de los padres y su lenguaje corporal. Tener mucho contacto y comunicación cara a cara en los primeros años, hace la comunicación cara a cara más fácil en los años por venir. Algunos niños son tan impresionables por el lenguaje corporal que usted puede obtener lo que desea sin decir una palabra. Una madre expresiva de un niño pequeño apegado nos dijo: “habitualmente todo lo que tengo que hacer es mirar hacia ella con el ceño ligeramente fruncido, y para de comportarse mal”


5-. ENSEÑA SONIDOS DE PARAR:

con frecuencia un cambio en su humor o en su lenguaje corporal no es suficiente para redirigir las acciones impulsivas. En este caso se necesitan palabras. Los niños aprenden pronto que parabras “educativas” conllevan más fuerza y demandan una respuesta más rápida. Y tambien que tono de voz significa “tienes un problema” y cuales permiten cierta laxitud. Armese de una variedad de sonidos que signifiquen “detén lo que estás haciendo”. Elabore la intensidad del sonido en función de la gravedad del comportamiento. Reserve los sonidos realmente grandes para el peligro real.


6-. ENTRENE “LA MIRADA”:

Con frecuencia se puede corregir a un niño sin usar una palabra. He notado que los maestros en educación utilizan una mirada de desaprobación que para el comportamiento, pero preserva la autoestima del niño. Martha, después de educar a 8 hijos, ha perfeccionado “la mirada”: la cabeza ligeramente torcida, los ojos penetrantes. exactamente la expesión facial que corresponde con las palabras “no me gusta lo que estas haciendo, te aprecio y se que puedes hacerlo mejor”. Recuerde que susu ojos revelan lo que realmente está usted pensando o sintiendo. si lo que sientes es ira, eso será lo que el niño lea en sus ojos. si reconoce que esto el lo que está pasando debe disculparse por la dureza del sentimiento que se está leyendo en sus ojos. Asegurese que los signos y sonidos de “para” detienen los malos comportamientos, y no el crecimiento de la autoestima en su hijo. Este debe comprender que usted desaprueba el comportamiento y no al niño. Para estar seguro de que pone la nota correcta, tras “la mirada” haga un gesto carióso, una sonrisa o diga: no me gustaba el comportamiento, pero tu si me gustas.


7-. CREE ALTERNATIVAS A LA PALABRA NO:

Decir no constantemente hace que esta palabra pierda su fuerza. Como los sonidos de “para” sirven básicamente para proteger, intente utilizar palabras qe se ajusten más específicamente a la situación. Por ejemplo, cuando un niño se acerca a la caja de las deposiciones del gato, su primera reacción es decir ¡no!, pero seguido de una explicación: está sucio. te pondras malito. La proxima vez que lo haga ( y seguro que lo hará) en lugar de no, diga solamente: está sucio, te pondrás malito. esto y una expresión de disgusto en su cara, ayudará al niño a comprender el porque del comportamiento que se espera, y la caja del gato perderá su atractivo.(suponiendo que la caja del gato esté situada fuera de los trayectos habituales del niño, ya que la basura, sí como la arena son irresistibles en caso contrario). Los bebés empiezan a necesitar noes alrededor del 6º mes.

Un dia nuestra hija de dos años, apareció en nuestro estudio esgrimiendo una bolsa de cacahuetes. En lugar de arrancar los cacahuetes de su mano y gritar no, mártha miróa a lauren directamente a los ojos, y con mucha clama le dijo: no para lauren. su tono de voz y su mirada detuvieron a lauren en sus pasos. matha tomó a lauren en brazos y (aun con los cacahuetes en la mano) se dirigió con ella a la despensa, donde le proporcionó un esnack más seguro.. Utilizando la frase estandar: no para lauren, y dandole una alternativa, lauren no tuvo tiempo para pensar en retarnos o tener un berrinche, cosa que un no seguramente hubiera producido. En cualquier familia hay cosas que no son para los más peuqeños. cuando usted utiliza esta frase con calma y consistencia desde bien temprano en la niñez, el pequeño comprende que usted le está protegiendo.

El no es un apalabra facil de decir. No requiere pensar previamente, y es automática, aunque irritante y opresiva. Decir “no puedes” comunica más y se utiliza con más reflexión, en situaciones en las que verdaderamente el bebé no debe serguir. Con esta expresión, usted está protegiendo su mente y su cuerpo. En nuestra experiencia los bebeés responden mejor al “para” que al “no”. y detiene el comportameitno por un tiempo suficiente como para premitirle a usted elaborar otras estrategias. Para es protector antes que punitivo. El no invita a una lucha de voluntades, pero incluso los bebés muy cabezotas habitualmente se detendrán un momento al escuchar la palabra “para”, para evaluarla. Estos mismos niños habitualmente ignoran el no. si lo han escuchado miles de veces antes. Pero incluso la palabra “para” pierde su poder si se utiliza con demasiada frecuencia.


8-. UTILICE “LA VOZ”:

Además de perfeccionar “la mirada”, reserve un tono de voz especial para aquella ocasiones en que es importante hacerse escuchar. Una educadora veterana, compartio con nosotros su secreto: yo soy una madre de buen compas, pero mis hijos conocen tan solo por mi tono de voz cuando han traspasado la linea. Un dia mi hija de dos años estaba comportandose mal y mi hijo de 4 años le dijo: no juegues con mamá cuando habla así.

9-.PROPORCIONE SUSTITUTOS POSITIVOS:

Presente un positivo con su negativa: no puedes coger el cuchillo, pero si la cuchara. Utilice una expresión de convencimiento para “vender” el puedes hacer y ablandar el no puedes. No puedes cruzar la calle, dice usted con un tono apropiado a las circunstancias, y después diga cuidadosamente: pero puedes ayudar a mamá a barrer el porche. Debe haber un poco de marketing creativo en cada madre.

10-. EVITE SITUACIONES ENGORROSAS:

Si usted lleva a su hijo a una tiendo de juguetes a comprar algo para el cumpleaños de un amigo, sea consciente de que está acercandose a una confrontación, ya que su hijo puede querer comprar todo lo que vea en la tienda. Para evitar el no, no puedes tener eses juguete antes de entrar expliquele que estan en la tineda para comprar un juguete par su amigo y no para el. de este modo estará preparado para no pedir un juguete.

11-. NO TAMBIEN ES UNA PALABRA DE NIÑOS

Esté preparado para ser usted quien reciba la palabra no. Nuestra hija de dos años acaba de salir corriendo por la puerta, le pedimos que vuelva y ella chilla ¡no!. su primera reacción será: esta pequeña ardilla no me va a responder de esta manera, le enseñare quien manda aquí. Comprender que hay detrás de esa niña de dos años y de esa palabra de dos letras, le ayudará a aceptar este comportamiento normal en un niño pequeño. No se tome ese no como algo personal. Decir que no es saludable para el dasarrollo normal del niño y para establcer su identidad como individuo. No se trata de un desafio ni de un rechazo de su autoridad. Algunos padres sienten que no pueden tolerar ningún no en absoluto de sus hijos, pensando que esto socava su autoridad. Se enfadan interrumpiendo un importante proceso de auto afirmación. Los niños tienen que experimentar donde termina su madre y donde empiezan ellos. Los padres pueden aprender a respetar los deseos individuales, y seguir estando al cargo y manteniendo los limites. A medida que su hijo se hace mayor, la habilidad de pasar ciertas situaciones (robar, engañar, drogas…) dependera de su habilidad para decir no.

A los 18 meses, lauren tenia asumido que no significaba que nosotros queriamos que detuviera lo que estuviera haciendo. Un dia estaba jugando felizmente con agua en el fregadero de la cocina. Cayendo vio que me aproximaba y anticipando que yo le prohibiria el juego, emitió un enfático “¡no papá!”. lauren habia marcado su territorio, y concluido que tenia derecho a hacer aquello. Su no significaba que estaba preservando su espacio.

12-. USE UN NO DIVERTIDO:

Una tarde marta y yo entramos en la habitación de la televisión y encontramos a mi hijo pequeño y un amigo viendo una video que sus hermanos mayores habien estado viendo el dia anterior. Al echar un vistazo a la cinta me di cuento de que no jme gustaba que la vieran, y en cualquier caso era la hora de jugar en la calle. así que en un momento de inspiración, mientras apagaba la televisión, me lance´ a un monologo imitando los gestos y la voz del protagonista. Debí hacer un buen trabajo de imitación, porque se quedaron los dos mirandome con los ojos como platos, como si ho fueran capaces de creer que su madre estuviera así de loca. los dos saltaron del sofá y se dirigieron a la puerta, riéndose aun, mientras el personaje les decia que buscaran algo mejor que hacer.

13-.PERSONALICE EL NO:

Estamos convencidos de que lauren esta destinada a las relaciones publicas: Su “no papá” es la forma diplomatica de decir no. Añadiendo “papá” personalizó su mensaje. Mejor que recibir un no dictatorial, añadimos el nombre del nño. Si usted tiene tendencia a gritar, añadir el nombre suaviza algo el tono, y transmite respeto al interlocutor.

14-. TENGA UN DIA DE “SI”

Una madre me confesó: no me gusta lo que me esta pasando: me gusta ser madre pero pasamos el día entero discutiendo los dos. A andrew no le importa que yo le diga que haga la cosa más sencilla, asi que siento que estoy enfadada todo el tiempo. me gustaria ser una madre más feliz. Le pedie que le dijer a asu hijo exactamente o lo que deseaba: ser una madre más feliz, o bien que le diera a escoger: ¿que prefieres una mamá feliz o una mamá enfadada?. para ayudar a ser una mamá feliz sugiere un dia de “si”: cada vez que digas que si, mamá (o el ) ponen un si en un tablero. y cuando hay más isies que noes, verás como mamá es mucho más feliz., y haremos algo especial juntos.

15-. SEA CONDIDERADO

Cuando es necesario detener un comportamiento no hay razón para ser rudo. Por ejemplo: su bebé acaba de descubrir que el rollo de cinta adhesiva que alguien ha dejado a su alcance es un juguete estupendo, en lugar de abalanzarse sobre el y arrancárselo de las manos, haciendole llorar, puede tomarse unos instantes, explorar el objeto con el bebé, decirle después adiós y alejar al niño a una distancia prudente de tan atractivo objeto, y proporcionándole una actividad más adecuada para su edad a cambio.

16-. CUANDO LO DIGA HAGALO CON INTENCIÓN:

Siga sus propias directivas. Durante meses le dijimos a lauren que para que le contaramos su cuento tenia que lavarse previamente los dientes. Durante meses funciona, unas veces con facilidad y otras con más resistencia. Una noche decidió ponerme a prueba. por su gesto me di cuenta de que ese dia no funcionaria las “coacción” ni el humor. así que, apagúe las luces mientras decia con calma: de acuerdo, hoy no hay cuento. Tras esto, nunca más cuestiono el cepillado dental.

17-. ES USTED UNA MADRE QUE NO PUEDE DECIR “NO”

En su preocupación por darle a su hijo todo lo que necesita, algunos padres caen en el error de darle todo lo que quiere, siendo el no un extraño en su estilo de educación.

Es importante que una madre se sienta comoda diciendo no a su pequeño desde el principio. en realidad esto comienza cuando se enseña al bebé a prenderse correctamente al pecho, para que pueda alimentarse adecuadamente, y evitar las grietas, o cuando el bebé muerde el pezón. Algunas madres no pueen hacer esto. Tienen miedo de ser asertivas por no hacer llorar a su bebé. Prefieren permitir que el bebé lo haga mal, y tirar con le dolor. decirle que no , porque hace daño, esta comenzando a enseñarle limites. El no dicho en serio comienza cuando es un niño pequeño (toddler: desde los 18 meses más o menos). Más allá del decir no hay otras vias para comunicar que algo no es seguro o apropiado. cuando una madre dice detente, o deja eso, o no es seguro. o cuando redirige fisicamente al niño a otra actividad, está modificando gentilmente el comportamiento y enseñando limites. Con cualquier terminología, decir no , no tiene que ser una cosa negativa, tambien es una forma de dar, y requiere mucho esfuerzo. Las madres que son incapaces de decir no, tendran un grave problema al final del camino.

Cuando una madre dice no en los momentos apropiados, con confianza, firmeza y con amor, esto no amedrenta al niño. puede disgustarle unos minutos, ya que no le gusta oir para o espera.

18-. CUANDO UN NIÑO NO ACEPTA EL NO

Algunos niños, especialmente aquellos algo testarudos pueden tratar de desgastar a sus padres. Estan convencidos de qu deben tener algo y si no su mundo no puede seguir. E insitiran continuamente hasta obtener un si. Esto es educación fallida. Escuceh atentamente a su hijo. si su petición puede ser razonable, muestrese dispuesto a negociar. Alguna vez puede usted darse cuenta de que es sabio cambiar de opinión después de haber dicho que no. Usted desea que su hijo entienda que cuando dice no quiere decir no, pero tambien desea mostrarse cercano y flexible. En este caso ayuda detener el no hasta haber escuchado cuidadosamente a su hijo. si usted percibe que su hijo se enfada de forma inusual por una negativa suya, escuche su punto de vista.
nuestra hija erin, parece destinada a ser abogado, por la forma logica y emocionante con la que defiende sus peticiones. erin queria tener un caballo. Le dijimos que no (ya tenemos demasiados dependiendo de nosotros), pero con el tiempo hemos aprendido que los deseos de un niño siempre merecen ser escuchados con atención. le dijimos: erin, sabemos cuanto te apetece tener un caballo, te lo pasarias muy bien monando y algunos de tus amigos tienen uno (demostramos que comprendemos su punto de vista) pero tenemos que decir que no, y no cambiaremos de idea. sentemonos a explicar porque (dejar calro que no cambiaremos de idea hará que el niño no persista en su insistencia). aun no estás preparada para cuidar un caballo (enumeramos las responsabilidades que tendria). Cuando termines otros 6 meses de lecciones, y nos demuestres que estás preparada para atender a un caballo, hablaremos de nuevo. Nueve meses más tarde, tuffy, pasó a ser una boca más que alimentar en nuestra familia. Erin obtuvo su caballo y aprendio algunas lecciones valiosas: como aplazar la satisfacción y que con los privilegios vienen responsabilidades.