jueves, 26 de agosto de 2010

Incendio







Si ha habido algo que haya impresionado este verano a Laia fue el incendio de la montaña que hay al lado de la casa de sus abuelos.

La verdad es que estar tan cerca de las llamas, ver cómo los helicópteros echaban agua, cómo sofocaban las llamas y cómo iban apareciendo diferentes focos por toda la montaña fue algo que nos alteró bastante a todos. Esa tarde nos fuimos a la playa y Laia no paraba de hablar de las montañas quemadas. No entendía, como no entendemos la mayoría, que alguien pueda provocar un incendio, matar árboles y animales. Volvimos de noche y aparcamos. Ya estaba extinguido y sólo quedaban algunos camiones de bomberos realizando trabajos. A la mañana siguiente vimos que el fuego había llegado a menos de 20 metros de donde habíamos aparcado.

Las fotos, hechas con el móvil no muestran lo que llegamos a ver.

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