La primera vez que Laia fue a una granja lo hizo con la guarde, en su último año allí. Luego ha ido dos veces más con el cole. Tenía muchas ganas de ir con ella para ver sus reacciones ante los animales. Y este verano surgió la ocasión de ir a una en Francia. Disfrutamos muchísimo del día.
Primero fuímos a uno de esos pueblos franceses que parecen decorados...
De camino a la granja, tuvimos que parar a hacer alguna que otra fotografía.
¿Esto es para mí o para la cabra?
No perdía detalle.
Qué penita me dieron estos conejitos, estaban ateridos.
Aquí la mamá.
Y Teo acariciando cabras, y trepando como las idem.