domingo, 10 de octubre de 2010

Experimentos

¡Qué de tiempo sin entrar a mi propio blog! Tenía pendiente contestar comentarios y agradecerle a Silvia su idea con la lana de afieltrar (o cómo se llame, que aún no lo tengo claro).

Estas semanas están pasando deprisa, deprisa. Nos estamos adaptando al ritmo escolar. Digamos que septiembre, con la jornada hasta la una, es como una entrada en escena suave. En octubre hemos comenzado la jornada completa, hasta las cuatro de la tarde, las sesiones de parque, de danza, talleres, etc. No es que llevemos un ritmo estresante, precisamente, pero sí hay que incorporar nuevos ritmos.

Cada año espero el otoño con ganas. Es, junto con la primavera, la estación que más se deja querer en cuanto a realizar manualidades con objetos naturales. Este año, ni me he enterado de que ha llegado. Estaba un poco descreida, la verdad. Cada año espero y espero y aquí en Madrid pasamos del verano al invierno, o como mucho el otoño aparece durante un par de semanas, pero siempre más adelante. En cambio, llevamos unos días otoñales, de esos que invitan a hacer cosas con castañas y demás. Como aún no tenemos, ayer comenzamos un móvil con cartón, fieltro y arroz... a ver qué sale.

Tengo varias cosas comenzadas y no voy a decir que inacabadas porque simplemente están en periodo de realización, así que poco a poco. Por ejemplo, Clara me pasó mucha información para una amiga sobre lactancia y antidepresivos y quiero hacer un post resumen por si alguna vez alguna tiene que desmontar el mito ante algún psiquiatra desactualizado.

Pero bueno, que me enrollo. Ayer Laia se levantó de nuevo con ganas de repetir los experimentos que hizo en un taller en verano... ya hice una entrada con algún enlace. Ayer hizo dos: El globo que se infla solo y el huevo que flota (a la hora de hacer tortillas).

El huevo que flota: Se necesita un huevo, sal, agua y un recipiente. Básicamente consiste en llenar el recipiente con agua y poner un huevo. Vemos que se hunde. Sacamos el huevo, ponemos sal a tutiplen y removemos. Ponemos el huevo y voilà!! el huevo flota.  Aquí se puede ver la explicación completa.




El globo que se infla solo: Lo teníamos pendiente desde que hice la entrada que comenté antes. Se necesita un globo, una botella (o dos según versiones), vinagre y bicarbonato. (el arroz es que yo me disponía a cocinar una paella). Se pone bicarbonato en un globo. Se engancha el globo a una botella con vinagre. Volcamos el bicarbonato en el vinagre y... magia!!! Se puede probar a hacerlo con agua en vez de vinagre y ver la variación de resultados.

PD: Se puede ver que las científicas no tienen por qué llevar bata blanca. O antes muerta que sencilla.