He visto este video en el blog salirse de la fila. Es una canción de Luis M. Pescetti. Me he estresado, pero es cierto que hay días en los que uno tiene que replantearse si vale la pena tanta insistencia o mejor dosificar y priorizar qué cosas son realmente importantes, para los padres, que se cumplan. Bueno, la respuesta para mí es clara.
En el foro de entre comadres estaban estos días precisamente reflexionando sobre esas cosas que para cada madre resultaba imprescindible insistir, sin posibilidad de negociación, qué cosas podían negociarse o directamente mirar para otro lado.
Cuando nació Teo, de repente ví a Laia gigante, muy mayor, y me puse más exigente de lo habitual con ella, hasta que me dí cuenta de que le estaba pidiendo demasiado a veces para su edad, pero otras simplemente pedía cosas absurdas. Y como ella es muy inteligente, me lo hizo saber enseguida. Ahora hemos vuelto a nuestra vida tranquila, donde no suena esta canción. Ni falta que hace.