lunes, 20 de diciembre de 2010

Una carta

Hoy era el último día de clase de uno de los cursos en los que me he metido este trimestre y hemos hecho una actividad que me ha gustado mucho. Nos hemos escrito una carta, cada uno a sí mismo, explicando cómo había influido en nuestra vida el curso, cómo habían sido estos tres últimos meses y cómo nos vemos en seis meses.  Al finalizar, hemos metido la carta en un sobre y los profes se han comprometido a enviarnósla por correos en seis meses. Así que en seis meses tendré una visita mía desde el pasado, o desde ahora estoy viajando al futuro para reencontrarme con la que seré.

La verdad es que han sido tres meses muy intensos, de muchos cambios, de muchos avances. El mismo día que comencé el curso del que hablo (del que me quedan ya sólo las prácticas) iniciaba también su andadura Insela. Después de mucho trabajo, comenzaron a llegar alumnos, poquitos, pero suficientes como para liarnos la manta a la cabeza y embarcarnos en la aventura formativa. Hemos trabajado mucho para que los cursos salieran adelante, que gustaran y que la gente aprendiera. Los que formamos Insela somos muy autocríticos y sabemos que a pesar de las buenas valoraciones que ha habido tenemos mucho camino por recorrer hasta conseguir impartir la formación tal y como queremos, hay mucho por trabajar y pulir. Pero siempre es motivante que la gente quede contenta.

Ha sido un trimestre lleno de actividad. Además de preparar los cursos on line en Insela, de recibir el curso mencionado y otros dos que ya comenté por aquí hace tiempo con motivo de abandonar uno de ellos, he impartido de forma presencial un módulo dentro de un curso para informadores juveniles.  A veces la gente me preguntaba, ¿qué tal el curso? y primero me tenía que situar si como alumna, como formadora, como coordinadora y centrarme en el curso al que se podían estar refiriendo. Han sido meses de trabajar casi todos los fines de semana, de sacar horas de debajo de las piedras y de dejar de hacer muchas actividades con mi familia, que ha estado todo el timpo ahí ,apoyándome mucho. Meses de aprender (reaprender) a organizarme y crecer a nivel profesional. .

Hoy finaliza esta etapa, de la que me siento feliz porque salvo poder salir de fines de semana en familia, he podido ir tejiendo con casi todos los hilos. Y casi sin respiro y sin aviso comienza otra. Mañana empiezo a trabajar fuera de casa, durante 6 meses. Insela es un proyecto en el que tengo mucha ilusión a medio-largo plazo, pero también necesito pagar facturas. Así que vuelvo a estar en el tren de: trabajar fuera de casa, promocionar los cursos,  esperar la resolución de un proyecto que presenté y realizar las prácticas del curso en el que me han hecho escribirme una carta que me llegará en seis meses, justo cuando acabe esta etapa que comienza ahora. Una de las ideas que he escrito es la necesidad de seguir recordando, siempre, lo más importante.