lunes, 18 de octubre de 2010

Vacas, cerdos, guerras y brujas

En El mundo se han cubierto de gloria. No tengo mucho tiempo para escribir, así que voy a ir a capón. En un principio había pensado pasar del tema, total... pero me molesta mucho que haya gente que cobre por ejercer tan mal el periodismo. Vaya, yo no soy periodista, pero creía que uno de los puntos era contrastar la información que se daba. La persona que firma el reportaje sobre lactancia no sé si será periodista o no, pero en tanto escribe un reportaje en un medio de comunicación (que además llega a tanta gente) debería preocuparse por no decir medias verdades y sobre todo, por no decir mentiras. Y por supuesto, intentar evitar el insulto a través de una metáfora que en realidad sólo es la punta del iceberg de su falta de conocimiento sobre el tema.

Porque vamos a ver, en plan muy sencillito: 

- Las mujeres somos mamíferas, tenemos mamas que sirven para amamantar.
- Los terneros toman leche de vaca. Los cachorros de humano toman leche materna y en el caso de que por lo que sea no se pueda establecer una lactancia materna, toman leche artificial, que no es más que leche de vaca que intenta parecerse  a la materna, que es la que sienta bien a los cachorros humanos. Si diéramos directamente leche de vaca a un cachorro humano, la que liaríamos!!! Por eso pasa esos procesos industriales, para intentar ser lo más parecida a la leche de la madre, que no es una vaca, sino un ser humano.
- La Organización Mundial para la Salud y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna en exclusiva hasta los seis meses. La OMS recomienda además seguir con la lactancia materna  hasta los dos años y a partir de ahí hasta que se quiera. Estas recomendaciones no son por capricho, tienen detrás muchos estudios, que esta persona se pasa por el forro.
- Me río yo de esa presión por dar el pecho de la que habla la autora del reportaje. Es cierto que hay más información, y las evidencias científicas llevan a donde llevan, pero todavía es motivo de sorpresa que una madre de el pecho a un bebé. Ya no digo nada cuando da el pecho más de 6 meses...

En relación a los "contra" que pone esta mujer para dar el pecho:

- Hay varios estudios que demuestran que la lactancia materna no sólo no favorece la depresión post parto, si no que la previene.
- Seguir una alimentación sana y equilibrada no debería ser un contra, ¿no?
- Hay mucha mitología sobre los medicamentos y la lactancia, precisamente porque se asocia lactancia y embarazo. En el embarazo es cuando no se pueden tomar muchos medicamentos, porque hay un ser formándose que puede verse dañado por la química. En la lactancia el bebé ya ha nacido, no está dentro del cuerpo de la mujer. Esa asociación hace mucho daño. Gracias que tenemos http://www.e-lactancia.net/  para sacarnos de dudas, buscar alternativas...
- Las mujeres con hipotiroidismo y con pechos planos pueden dar el pecho. Y lo de la ausencia de leche es algo tan extraño... a pesar de que se diga tantas veces lo de "no tenía leche".
- Con Laia trabajé desde que ella tenía 7 meses y ni una vez me tuve que sacar leche.
- La crianza no es sólo dar el pecho. Los padres pueden colaborar en muchísmas más cosas!! pero sí, dar el pecho es un privilegio femenino, es que resulta que hombres y mujeres no somos iguales... como diría Buenafuente hace años, ni mejores ni peores... diferentes.
- El mundo laboral. Para dar el pecho no es necesario alejarse del mundo laboral. Pero si alguien quiere hacer un kit kat en su carrera profesional para potenciar esta parte personal, pues me parece estupendo. El problema de la reincorporación al mercado no es de la lactancia, ni de los niños, sino de un sistema cuyas reglas inventaron los hombres a su imagen y semejanza (en su momento) y que nos ha llevado a un mundo de locos. Pero yo confío en que todo esto cambie. Hay muchas mujeres y muchos hombres realizando cambios en este sentido. Desde luego, la autora del reportaje no es una de ellas. Y por cierto, en mi caso particular no me ha costado "reinsertarme" laboralmente. Pero lo que penaliza laboralmente no es la lactancia, es ser madre.

Yo particularmente respeto la decisión de dar o no el pecho a los hijos. Cada una decide, de verdad. Nunca en la vida se me ha ocurrido juzgar a ninguna madre y menos por este motivo. En este mundo en el que la cultura del biberón es dominante, es normal que a las mujeres les cueste iniciar lactancias. En muchos casos muchas no han visto dar de mamar en su vida! Por eso lo hemos convertido en algo difícil. Pero eso no es culpa de la lactancia tampoco, como en el caso del mercado laboral, sino de esa cultura biberón. En mi casa yo no he visto nunca preparar un biberón y sí dar el pecho. Y cuando me puse a mi hija al pecho las dos sabíamos qué había que hacer. Fuimos unas afortunadas. En otros casos la madre sí está informada, pero el niño no abre bien la boca, por ejemplo. Y hay que enseñarle, como fue el caso de Teo, pero en un par de días estaba hecho un profesional. Yo no sé qué es una grieta, repito que soy una afortunada, pero he visto algunas y entiendo de verdad que una madre no pueda soportar el dolor y opte por una alternativa. Jamás se me ocurriría juzgarla. Tampoco a la que simplemente decide que no da, sin más. Pero lo que no estoy dispuesta a aguantar es que a mí se me juzgue, se me compare con una vaca por haber dado el pecho a mis hijos.

Un poco de respeto, por favor.

Casi se me olvida, que el título de la entrada viene por un libro de Marvin Harris.