lunes, 17 de noviembre de 2008

Cuentos para soñar despierto

El sábado vi en una librería uno de esos libros que hubiese comprado compulsivamente de no ser porque estamos en temporada de ahorro a contrareloj (algún día, querer tener la seguridad de un parto respetado no costará dinero). Incluso se me ocurrió comprarlo para regalarlo a una amiga para que lo lea a sus hijos. El caso era que había un libro que pedía irse conmigo y tuve que dejarlo abandonado, como si fuese uno más. De momento se quedó allí, así que lo más que puedo hacer es escribir una entrada con los datos del libro. snif, snif.

Es una recopilación de cuentos de Debi Gliori, que se llama Cuentos para soñar despierto, editado por Planeta. Vienen estos 5:

- Siempre te querré

-¿Seguro que crecerá?

-Para siempre

-Cuéntame algo alegre antes de ir a dormir

-Un sueño mágico

Los dos primeros los conocemos en casa. ¿Seguro que crecerá? lo tenemos ahora en préstamo de la biblioteca y a mi hija le encanta, ya que lo hemos leído cada día desde hace casi un mes. Ha sido uno de esos cuentos que le tengo que recordar que en breve habrá que devolverlo, porque lo ha hecho suyo por completo. La historia es muy sencilla. Una familia de conejos planta semillas en primavera. La pequeña Flora entierra un ladrillo y dice que de ahí saldrá una casa (si la oyeran todos los que buscan vivienda a buen precio). Pasa el tiempo y por supuesto nadie espera que del ladrillo salga una casa. Ella se ofende un poco con los comentarios, pero no pierde la esperanza ni la ilusión...


Siempre te querré pequeñín es un cuento que si me pilla en plan sensible, como ahora mismo, hace que se me salten las lágrimas de la emoción. Las ilustraciones están llenas de detalles preciosos y ternura. Y justo la madre y Colín leen cuentos en la misma posición que mi hija y yo. Creo que el final se le escapa a mi hija, pero sí que le llega la idea de que la madre de Colín le quiere por lo que es, no por lo que haga o los sentimientos negativos que experimente; que su amor, como el de todas las madres, es incondicional, que veníamos comentando en la entrada anterior.